Por dónde pasará el gasoducto para exportar gas de Vaca Muerta a Brasil
Cuáles son las rutas con más chance de prosperar. Ventajas y desventajas de cada una. El gas de Vaca Muerta como el corazón energético de la región.
El proyecto de exportar gas de Vaca Muerta a Brasil a gran escala toma cada vez más fuerza y los jugadores de la industria empiezan a analizar detenidamente cada una de las posibles rutas para llegar a ese destino.
Ya se constituyó un grupo bilateral entre Argentina y Brasil al que se sumaron Uruguay, Bolivia y Paraguay y hasta Chile en una mesa en la que se debaten diferentes políticas de integración regional.
Lógicamente, al no requerir de obras adicionales más allá de las que tienen que hacerse dentro del territorio argentino, Bolivia emerge como uno de los grandes candidatos. Acá, el problema pasa por la inseguridad jurídica del país del altiplano, su crisis política y la desconfianza que genera especialmente del lado de las empresas argentinas.
“Empezaron pidiendo un precio de peaje ridículo y ahora se están moderando más. Los brasileños os confían en que ellos van a poder manejarlos y lograr un buen acuerdo”, afirmó una fuente que participa de estas conversaciones. Según pudo saber este medio, el punto de partida era de 2 dólares el millón de BTU en concepto de tarifa de transporte y se apunta a bajarlo a cerca de la mitad.
El camino de Paraguay
El otro camino es el de Paraguay, país que toma impulso por el entusiasmo de sus autoridades, el buen clima de negocios que tiene y por asegurar que conseguirán fácilmente el financiamiento necesario para el caño que atravesaría su territorio para conectar Argentina con Brasil.
El problema, en tanto, pasa por la falta de demanda de gas para colocar allá y tornar más interesante el negocio. Paraguay sostiene que podría necesitar gas para su mercado interno, pero en el sector no están tan seguros de que sean volúmenes atractivos.
Por su parte, Uruguay surge como otra posibilidad al tener una conexión subfluvial con la Argentina, pero no tiene una demanda relevante y sus autoridades no demostraron demasiado interés en ofreceré como alternativa. “Son los que corren más de atrás”, explicó otra fuente.
El camino Uruguayana
El último camino es el de Uruguayana que evitaría el paso por un tercer país y cerraría la conversación entre Brasil y la Argentina. Acá es necesario hacer un gasoducto hasta Porto Alegre que cuesta poco más de 1.000 millones de dólares, un monto que podría ser cubierto tanto por el BNDES (el banco de desarrollo brasileño) como por financiamiento privado.
Este camino tiene múltiples ventajas y parece ser el que más le interesa al país vecino. Por un lado, evita eventuales conflictos con otro país de la región y reduce la tarifa de transporte al ahorrarse un tercer peaje. Por el otro, abastece una zona del estado de Río Grande do Sul que tiene muchas centrales termoeléctricas que podrían comprar parte del flujo del gas.
Cualquiera sea el caso, las partes sostienen que la tarifa de transporte no debería superar los cinco dólares por MMBTU junto al costo de distribución hasta la puerta de la industria y que el precio del gas en boca de pozo debería salir desde Neuquén a un valor máximo de 2,5 dólares.
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