Las tres góndolas regionales para el gas de Vaca Muerta
Chile, Uruguay y Brasil se comienzan a consolidar como mercado crecientes de demanda para el shale gas. La propuesta disruptiva de un consorcio brasileño que busca darle forma a una inversión que podría tracionar 10 mil millones de dólares.
Tras años de validar la calidad geológica de la roca madre, las operadoras y el gobierno provincial intentan transformar el potencial de recursos gasíferos de Vaca Muerta en nuevos contratos comerciales con los países vecinos. La última semana arrojó señales claras: Brasil, Chile y Uruguay demandan energía y miran al sur argentino.
Sin embargo, el optimismo sobre las oportunidades sobre la mesa enfrenta dos obstáculos centrales: la falta de infraestructura y la necesidad de una "evangelización" política sobre la real capacidad de Vaca Muerta, una variable que en San Pablo desconocían hasta hace muy poco.
Los anuncios recientes de Pluspetrol hacia Chile, Pan American Energy (PAE) hacia Uruguay y el interés del consorcio paulista GásBra configuran un nuevo escenario. El gas busca salir del mercado doméstico para ganar escala. Pero entre la intención comercial y la ejecución de los proyectos existe una distancia que solo se cubre con capital intensivo, marcos regulatorios estables y una diplomacia energética agresiva.
El rol pionero de TotalEnergies
El flujo físico ya comenzó a moverse en este 2025. TotalEnergies abrió el mercado brasileño para el gas de Vaca Muerta. La operadora francesa se convirtió en la primera compañía en colocar moléculas neuquinas en el sistema de Brasil, y validó la factibilidad técnica y comercial de la integración.
Este antecedente resulta vital. TotalEnergies demostró que, aún con las limitaciones actuales de transporte —a través de la utilización de la capacidad ociosa de los ductos existentes de Bolivia—, el negocio cierra. Su movimiento funcionó como una señal de largada para el resto de los actores que hoy buscan replicar y escalar esa experiencia.
Aunque la vía boliviana hacia Brasil enfrenta un dilema: qué sucederá con la disponibilidad de los caños cuando el país, en franca declinación de su producción, necesite importar gas neuquino para satisfacer sus necesidades, un escenario que los analistas ven a la vuelta de la esquina: a partir de 2028.
La batalla cultural: instalar Vaca Muerta en Brasil
Más allá de los fierros, existe un componente intangible que frenó la integración durante años: la falta de información. Una fuente de una importante empresa transportista de gas confió a este medio que hasta hace poco tiempo, en los círculos de decisión de Brasilia y San Pablo no tenían conocimiento real de la oportunidad que significa el gas de Vaca Muerta.
Este vacío explica la urgencia del trabajo político que encara el gobierno de Neuquén. La gestión de Rolando Figueroa y las misiones comerciales recientes apuntan a instalar la narrativa de Vaca Muerta como un proveedor seguro y de largo plazo. Sin ese lobby institucional que despeje dudas sobre la confiabilidad argentina, ninguna industria brasileña firmará contratos a 20 o 30 años.
El proyecto de GásBra
El resultado de ese acercamiento político es el interés de GásBra Energía SA. El consorcio de industrias de San Pablo puso sobre la mesa un proyecto que contempla una obra ambiciosa: la construcción de un gasoducto dedicado de 1.630 kilómetros hasta la localidad fronteriza de Uruguaiana.
El ducto tendría una capacidad de transporte de 30 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d). Sin embargo, la viabilidad del plan depende de la ingeniería financiera. El consorcio delineó un esquema de asociación con Gas y Petróleo del Neuquén (GyP). La petrolera estatal provincial aportaría áreas de gas seco para respaldar con reservas probadas el contrato de suministro.
GásBra tiene la intención de evitar la infraestructura regulada nacional para garantizar envíos ininterrumpibles (flat) durante todo el año. A diferencia de los proyectos que utilizan la capacidad de transporte existente de los sistemas regulados de TGS/TGN, esta propuesta busca un modelo de "tubo cero" que no dependa de la estacionalidad argentina ni de decisiones políticas sobre el abastecimiento interno que están establecidas en las leyes de concesiones vigentes. Apuntan a satisfacer la demanda industrial de los seis estados del sur brasileño y las distribuidoras controladas por grupos como Cosan.
Desde el punto de vista económico, el proyecto busca reemplazar el declinante gas de Bolivia y competir con el GNL importado, y ofrece llegar a San Pablo con un precio competitivo de entre 8 y 9 dólares por millón de BTU, frente a los 14-17 dólares actuales del gas licuado. La inversión estimada es monumental: requiere un CAPEX de aproximadamente 4.500 millones de dólares para el ducto, que junto al desarrollo del upstream (áreas de gas seco), la cifra asciende a los 10.000 millones de dólares, incluidas también las obras de reversión y nuevos tramos necesarios dentro de territorio brasileño.
El modelo de negocio - que aún debe desandar un largo camino hasta la concreción de los estudios de factibilidad- se sustenta en que la demanda brasileña financie la infraestructura a cambio de tener un pie sobre la molécula, es decir, participación directa en la producción del gas en Neuquén para controlar costos y suministro.
Aunque GasBra actúa como el vehículo del consorcio, el proyecto requiere sumar un operador con experiencia técnica, que podría ser Petrobras, y cuenta con el visto bueno político de la provincia de Neuquén para licitar áreas bajo la figura de gasoductos dedicados de exportación, amparados en normativas recientes que matchean con el RIGI, tal como sucede con el proyecto de GNL de Southern Energy.
Chile y la apuesta a medio siglo
Mientras la conexión con Brasil demanda obra nueva y financiamiento complejo, el vínculo con Chile aprovecha la infraestructura existente. Pluspetrol dio la nota al solicitar capacidad de transporte en firme en una Open Season de TGN con vigencia hasta el año 2078.
La operadora planea exportar 4,1 MMm³/d desde sus yacimientos La Calera y Bajo del Choique. El dato relevante es la tarifa: 0,57 dólares por millón de BTU para el tramo de exportación. Este valor devuelve competitividad al gas argentino frente al GNL que Chile importa en sus terminales del Pacífico. La movida de Pluspetrol confirma que, con los caños en condiciones, el mercado fluye.
Uruguay y la estacionalidad
En una escala menor, PAE activó envíos a Uruguay a través del Gasoducto Cruz del Sur para abastecer a la UTE. Este contrato permite monetizar excedentes de verano y desplazar combustibles líquidos en la generación eléctrica vecina. Funciona como un alivio estacional, pero no tracciona inversiones estructurales de la magnitud que requiere el desarrollo pleno de la cuenca.
El interés de los países vecinos valida la calidad del recurso neuquino. Nadie discute la capacidad geológica. El debate real, el que ocupa a los directorios de las petroleras, es estrictamente financiero y reputacional.
Para que el gas de Neuquén llegue masivamente a las industrias de San Pablo, hace falta algo más que buena voluntad. Se requiere una arquitectura financiera compleja, permisos de exportación ininterrumpibles a tres décadas y, fundamentalmente, continuar con el trabajo político de instalación de la "marca" Vaca Muerta. Brasil recién empieza a descubrir lo que Neuquén tiene para ofrecer.
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