¿Cómo consumimos energía los neuquinos?
La dirección General de Eficiencia Energética, brinda un breve informe sobre cómo podemos hacer para ser más eficientes y cuidar nuestros recursos.
La energía es fundamental para nuestro bienestar diario. Existe una extensa cadena de procesos e infraestructura que permiten que la energía llegue hasta nuestros hogares en el momento que la necesitamos. En nuestro país, el 85% de la oferta interna de energía proviene de fuentes fósiles, esto significa que lo que consumimos tiene emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas, las cuales contribuyen a la crisis climática global. En nuestros hogares, es el medio por el cuál podemos iluminarnos, calentar agua, calefaccionarnos, conservar nuestros alimentos, cocinar, entre otras actividades. El consumo de los artefactos vinculados a estos usos no sólo depende de los equipos utilizados, sino también de cómo los utilizamos.
El uso racional y eficiente de la energía significa lograr los mismos beneficios usando las mínimas cantidades de energía posibles. Las medidas de este tipo nos permiten reducir el consumo, sin disminuir nuestro confort, reduciendo a su vez los costos de facturación energética y las emisiones de GEI asociadas.
Pero ¿Cuánta energía consumimos?, ¿En qué la consumimos?, y ¿Qué podemos hacer para usar la energía de forma racional y eficiente?
Según datos del 2016, el 36% del consumo de energía de la provincia de Neuquén corresponde al sector residencial. Considerando los consumos de gas natural, electricidad, GLP y leña, el 77% de toda la energía consumida en los hogares neuquinos se destina a calefacción. El segundo uso más importante es el calentamiento de agua, 11% sobre el total. Le siguen la cocción de alimentos con un 7%, y la conservación de alimentos (heladeras y refrigeradores) con un 2%.
Para comenzar a hacer un uso racional y eficiente de la energía debemos enfocarnos en los usos que más consumen. En los hogares de Neuquén, la calefacción y calentamiento de agua sanitaria asociados principalmente al consumo de gas natural, y la conservación de alimentos asociada al consumo de electricidad. En este caso nos centraremos en el principal consumo, la calefacción.
El consumo de calefacción depende no solo del equipo utilizado, sino también del tipo de vivienda, el lugar geográfico donde se encuentre, su tamaño, su orientación y el tipo de envolvente (paredes, pisos, techos, ventanas, etc.), entre otras. Existen medidas para gestionar mejor este consumo, modificando hábitos de uso o realizando inversiones moderadas que pueden tener grandes impactos y, a su vez, pueden mejorar el nivel de confort para el usuario.
Tanto para calefacción como para refrigeración, aislar térmicamente la envolvente de una casa es crucial para reducir las pérdidas de calor en invierno y las ganancias en verano. De esta manera, podríamos reducir el consumo de energía para climatización entre un 30% y un 60%.
Algunas de las medidas para reducir el consumo de calefacción son:
- Colocar burletes en puertas y ventanas para reducir las infiltraciones de aire, o cambiar burletes viejos.
- En invierno, aprovechar la incidencia directa del sol abriendo cortinas de ventanas con orientación norte.
- Cerrar cortinas y/o persianas durante la noche, para amortiguar el efecto de las temperaturas bajas del exterior.
- Calefaccionar a una temperatura ambiente de entre 18 y 20°C, evitar sobrecalentar los ambientes y generar saltos térmicos que puedan ser perjudiciales para la salud.
- Calefaccionar sólo los ambientes donde haya personas, y no toda la vivienda.
- No abrir ventanas para bajar las temperaturas.
- Apagar el piloto del calefactor a gas cuando no se use.
- Utilizar artefactos de clase de eficiencia energética A o superior.
- Evitar las estufas eléctricas a resistencia, suelen ser las más económicas de adquirir, pero son las más caras de mantener teniendo en cuenta el costo energético.
Mejorar las condiciones de calefacción de nuestras viviendas nos permitirá mejorar el nivel de confort, reducir costos energéticos y reducir el impacto ambiental. Para más recomendaciones sobre este y otros usos de la energía visitá nuestras redes: Eficiencia Energética Nqn.
Ahorrar energía, es valorar nuestros recursos.
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