Cammesa proyecta un ahorro de US$ 3.500 millones por el GPNK
La mayorista eléctrica espera reducir un 10% el costo monómico y ahorrarse más de 3.500 millones de dólares durante los próximos tres años.
Uno de los beneficios menos mencionados del Gasoducto Néstor Presidente Kirchner (GPNK) es el impacto que tendrá en el sector eléctrico, donde a raíz de la sustitución de combustibles líquidos, provocará un abaratamiento del sistema que podría ahorrar más de 3.500 millones de dólares en los próximos tres años.
De acuerdo a un informe de Cammesa, la mayorista eléctrica de control estatal, el año próximo los ahorros en el sistema serían de 989 millones de dólares, en 2025 pasarían a 1.392 millones y en 2026 se ubicaría en 1.202 millones de la misma moneda.
El escenario contempla la contratación en firme, por lo cual recomienda efectuar contratos para asegurarse la capacidad de transporte de “7 MMm3/día en la ruta BA-GBA (tramos finales de TGS), 11 MMm3/día en la ruta Tratayén-Salliqueló (tramo 1 del GPNK), de 14 MMm3/día en la ruta Tratayén-San Jerónimo (tramo 2 del GPNK), y de 11 MMm3/día de gas natural asociado correspondiente (Gas Plano Julio R 4.2)”.
De este modo, el costo monómico de generación del Mw/h podría reducirse en torno a un 10% y pasar de 86 dólares a 76,9 en 2025 lo que, además del beneficio en menores subsidios para las arcas del Tesoro, significa una mejora de competitividad para el aparato industrial al reducir el costo de abastecimiento de energía de los grandes usuarios del mercado que equivalen al 20% de la demanda total.
El reporte menciona que, producto del cuello de botella en el sistema de transporte de gas, durante el primer trimestre del año en curso se registró un promedio de cortes de autorizaciones de inyección de volúmenes del Plan Gas.Ar del orden de 9,3 MMm3 /día, por lo que urge “resolver las restricciones de inyección sobre los volúmenes firmes actualmente contratados por Cammesa”.
En concreto, la entrada en operación del GPNK recupera la oferta térmica eficiente instalada del NOA, que hoy está limitada en su funcionamiento por falta de gas por el equivalente a los 2000 MW. El problema es que muchas de estas centrales de esta región no pueden operar con combustibles líquidos y, por lo tanto, si no cuentan con gas natural, quedan fuera de servicio.
Esto genera ineficiencias en el sistema, al habilitar centrales menos eficientes que, por ubicación geográfica, sí pueden hacerse del gas natural como combustible de generación eléctrica. En gran medida, el área norte de TGN suele ser la más perjudicada.
Por otro lado, Cammesa subraya que el GPNK mejorará “la disponibilidad de máquinas conformadas por Turbinas de gas (ciclos combinados y equipos no integrados) al reducir las horas equivalentes de operación, la cual define la realización de mantenimientos obligatorios para sostener su correcta operación y garantías asociadas de los fabricantes. Una hora de operación con Gas Oil implica de 1,5 a 2 horas de operación con gas, mejorando su disponibilidad media y reduciendo el costo medio del sistema marginalmente”.
“La construcción del GPNK permite incrementar la producción de gas de la cuenca Neuquina, que redunda en un aumento de la disponibilidad de gas para el segmento usina mejorando la eficiencia media del parque térmico despachado, su disponibilidad y seguridad de abastecimiento. Resuelve el abastecimiento de la región NOA y Centro Norte frente a la disminución de la oferta de Bolivia. Cabe destacar que en las mencionadas regiones el SADI cuenta con más de 3400 MW térmicos instalados que requieren de gas natural como combustible crítico. Asimismo, sustituye una parte de los consumos de combustibles alternativos y reduce las importaciones de GNL y combustibles líquidos requeridos. En consecuencia, tiene impactos positivos en el costo de producción de energía eléctrica, reducción de subsidios y erogaciones de divisas”, resumen.
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