Qué dice el Presupuesto 2025 sobre aumentos de tarifas y combustibles
En el proyecto de ley hay indicios de subas importantes para poder mantener el superávit fiscal.
“La piedra basal del Presupuesto 2025 es el déficit cero”, dijo el presidente Javier Milei en su presentación ante el Congreso. Y, para alcanzar esa meta, tendrá un importante desafío en materia de impuestos a los combustibles y reducción de subsidios energéticos.
El primer punto contempla una suba del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) del 155,4%, cuando la inflación sería de apenas un 18%. De esta manera, duplicaría su participación sobre el total de los ingresos impositivos al pasar del 1,5% a un 3%.
La estimación sugiere que en lo que resta del 2024 se mantendrá la política de trasladar entre 10 y 15 pesos por mes por litro de nafta de impuestos atrasados y que habrá un cambio rotundo el año próximo donde se supone que ya no habrá más atrasos. Para eso, habría que aplicar un ajuste de 185,9 pesos por litro en nafta y $111,3 en gasoil que se deben por la inflación pasada, más todos los aumentos que marque la evolución futura del IPC.
Seguirá la reducción de subsidios
En la parte de subsidios, se prevé una reducción al 0,8% del PBI para lo cual la demanda debería cubrir el 85% del costo de suministro. “Hoy los residenciales están en promedio en el 48% y la cobertura del sistema en julio fue 51%. El tema es si pueden hacerlo o no en el contexto social que tenemos”, afirma el economista Julián Rojo para graficar el punto de partida actual.
Como parte de las barreras que emergen para llegar a ese objetivo, Rojo menciona la suba del costo monómico que se viene en el sistema eléctrico a partir del 31 de octubre por la programación estacional del verano, la salida de Atucha I para extender su vida útil (lo que se reemplazará con energía térmica a gasoil que eleva el costo) y la posible reducción de la generación hidroeléctrica por la llegada del fenómeno La Niña.
Por el contrario, la caída del precio del barril de petróleo a nivel internacional puede ayudar a morigerar este efecto. “Esto tiene su correlato en todos los combustibles líquidos, entre ellos el gasoil. Cuando salga la programación estacional de Cammesa vamos a tener un poquito más claro todo esto”, agrega.
Finalmente, el texto oficial girado al Poder Legislativo fija una reducción de la “Formulación y Ejecución de la Política de Energía Eléctrica” del 5% en 2024 al 2% en 2025 para pasar del puesto número 3 en el ranking de partidas de gastos al puesto número 6.
“Se registra una clara caída en la jerarquía que tiene la política energética, lo cual se debe a la decisión de focalizar y hacer más eficiente la asignación en los subsidios energéticos, tanto en 2024 (-40% real i.a. al mes de julio) como en 2025, lo cual refleja a su vez el objetivo de reducir el nivel de intervención del Estado Nacional en el mercado”, subrayan.
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