El salvataje de Trump trae alivio a las refinadoras y el atraso de las naftas baja al 7%
La suba del dólar estaba perjudicando los márgenes de venta de combustible con precios ajustando muy por debajo pese a las subas de las últimas semanas.
Cuando el dólar se dispara, el sector energético entra en aprietos. Esta máxima aplica mucho más en un período pre electoral en el que las presiones del Gobierno para congelar precios de las naftas se intensifican. Y producto del aumento de costos de una industria netamente dolarizada, los márgenes de las empresas se desploman.
Un cuadro similar se estaba viendo en el mercado de combustibles hasta este lunes, cuando el salvataje anunciado por el secretario del Tesoro de los Estados Unidos provocó un giro de 180 grados en el mundo financiero.
Y más allá del alivio en términos bursátiles que generó el anuncio de la administración Trump por el recupero de la cotización de acciones y por la baja del riesgo país que mejora las perspectivas de financiamiento de grandes proyectos, la mayor tranquilidad a corto plazo se explica por la caída del dólar cercana a los 100 pesos en un solo día.
El fenómeno ayuda especialmente a las refinadoras de combustible que venían pagando un crudo a las productoras a un valor de paridad de exportación, sin poder venderlo a precios de mercado.
Las subas de los combustibles
“El mes pasado hubo una suba importante de entre 6% y 7%, pero septiembre viene muy rezagado con aumentos de apenas el 1,5% mientras el tipo de cambio había subido casi un 10% hasta el viernes”, explican empresas del sector.
Ahora, esta baja del 5% en el precio de la divisa mejora el panorama y acota el atraso de los combustibles a un 6% o 7%, dicen en la industria, aunque sin contar la cuestión impositiva que agregaría otro 16% por actualización del ICL.
Otro factor que jugó a favor de acotar esta brecha fue el desplome en el precio internacional del RBOB Gasoline, la medida que se usa en todo el mundo como referencia de los precios de las naftas, que cayó un 7,8% en el último mes por factores estacionales.
Qué pasará con el dólar
De todas maneras, las perspectivas a futuro lucen muy desafiantes considerando que la mayoría de los analistas de mercado estiman un dólar al alza después de las elecciones para corregir los desequilibrios macroeconómicos y que el Tesoro pueda empezar a comprar reservas para poder afrontar sus vencimientos de deuda.
Si a eso se le agrega que el Presupuesto 2026 contempla un crecimiento del 71,6% en el impuesto a los combustibles respecto al 2025, emerge un escenario de fuerte suba de precios justo en un momento en el que la actividad económica volvió a estancarse. Y, en consecuencia, el temor es que la venta de combustibles también lo haga.
De acuerdo a los últimos datos publicados por la consultora Economía & Energía, en los primeros siete meses de 2025, el precio de las naftas, valuado a pesos constantes, se ubicó un 17% por debajo del promedio de la última década, mientras que el gasoil cayó un 11%. Un fenómeno que suele suceder en años electorales, pero que después fuerza a un ajuste mucho más abrupto.
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