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Las dificultades para avanzar hacia un corte de bioetanol del 27%

El ministro Massa prometió converger hacia el modelo brasilero, pero desde la industria petrolera y las automotrices marcan algunas barreras difíciles de superar.

El acto de Sergio Massa en Córdoba para aumentar el corte de biocombustibles terminó con sabor agridulce para los productores. Si bien confirmó una suba de cupos, dejó el incremento en el corte para una futura ley en caso de que sea electo presidente, donde se convergería al modelo brasileño del 27% de bioetanol. Una política que presenta una serie de dificultades en el país y que no cuenta con el visto bueno de las petroleras y las automotrices.

El punto de consenso entre todos los sectores es la necesidad de una nueva ley de biocombustibles, ya que la actual no ha logrado establecer un claro sendero de precios ni de cortes.

De todos modos, los productores esperaban una suba transitoria por decreto del 12% al 15% que finalmente no terminó de efectivizarse. El ministro dijo que el corte saltará un 40% para llevarlo al 16,8%, pero no definió los plazos para concretarlo.

"Ya definimos un 40% de aumento en la participación por la sobreoferta que hubo", anticipó Massa, y agregó que "ahora viene el tiempo de definir 40% al igual que en la oferta de aumento de la participación en cupo para que tengamos la oportunidad de generar en el interior de la Argentina más trabajo con valor agregado".

Según indicaron a este medio fuentes involucradas en las negociaciones, la postergación de la medida se justifica por el estancamiento en las negociaciones con las petroleras y automotrices, que marcan una serie de barreras que será muy complejo superar.

El primer punto que cuestionan es el impacto en los precios del surtidor. El bioetanol es más caro que la nafta y pasar a un esquema de duplicación del corte implicaría un traslado directo al valor del combustible, justamente en un momento donde los mismos presentan un atraso inédito que será muy costoso poder revertir.

En ese caso, al problema de actualizar el componente impositivo, corregir aunque sea parcialmente la brecha entre el barril criollo y el Brent y trasladar la eventual modificación del tipo de cambio en 2024, se sumaría un nuevo factor que requeriría subas adicionales. Algo complejo de tolerar tanto social como políticamente.

El otro motivo pasa por las modificaciones que habría que aplicar en el parque automotor. Está comprobado que los vehículos funcionan sin ningún tipo de problema con un corte del bioetanol hasta el 15% y, en zonas no muy frías, podría extenderse hasta el 17% como sucede en Córdoba.

Más allá de esa barrera, se necesitarían motores flex fuel, algo que ya se produce en el país para los autos que se exportan a Brasil y podría implementarse fácilmente. La gran barrera pasa por los vehículos que ya están en circulación, que necesitarían de un kit de conversión, cuyo costo asciende a los 200 dólares en el mercado internacional sin contar el valor de instalación.

"Vemos con buenos ojos la intención de converger hacia la política de bioetanol de Brasil, en donde el corte mandatario es del 27% y existe un mercado de cortes superiores libres. Además, la reglamentación de los nuevos precios brindará previsibilidad al sector sobre los valores futuros", subrayó el director de la Cámara de Bioetanol de Maíz, Patrick Adam.

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