Vaca Muerta busca reducir con el Permian una brecha de costos del 25%
Los costos de desarrollo de los pozos en Vaca Muerta están un 25% por encima de los del shale de Estados Unidos. Pero la producción acumulada es un 30% más alta.
Los pozos de Vaca Muerta avanzan en competitividad en relación al Permian de Estados Unidos, el espejo en el que la industria del shale argentina se mira no sólo por los avances en desarrollo y tecnología sino también por la necesidad de cazar las cuantiosas inversiones de capital que se necesitan para incrementar el nivel de actividad y producción.
El norte del establishment petrolero local apunta a llegar a producir en cinco años un millón de barriles diarios de petróleo, casi el doble de los 570 mil barriles actuales a nivel nacional, para exportar unos 600 mil barriles diarios. La vara parece posible si se tiene en cuenta la acelerada evolución que viene marcando Vaca Muerta en el último año, y que ya topeó el sistema de transporte.
Sin embargo, para dar el salto exportador y atraer los capitales necesarios que demanda el shale -que debe ser una continua máquina de perforar y completar y conectar pozos- aún queda un camino por recorrer. Acercarse a los costos del Permian, La Meca de la industria no convencional mundial, es clave.
Según explicó el vicepresidente Upstream No Convencional de YPF, Pablo Iuliano, la gran ventaja de Vaca Muerta es la productividad acumulada de los pozos, que están un 30 por ciento por encima del promedio de los estadounidenses.
“Nuestra última actualización que tenemos en lo que llamamos La Cocina, en nuestro hub core de desarrollo, son pozos que hoy acumulan un millón y medio de barriles de petróleo”, explicó Iuliano a +e.
“Tenemos una gran oportunidad para mejorar en perforación. En terminación o fractura estamos siendo cada vez más competitivos. Pero nuestros pozos performan mejor que el promedio de Permian, por lo cual la combinación entre costos y productividad hace hoy que estemos a un a un 20-25 por ciento del costo de desarrollo del principal bloque de shale americano”, agregó.
Hoy la mayor diferencia de costos se ubica en el segmento de la perforación, que en Neuquén se ubica un 50 mil dólares por cada 30 metros, el doble que en el Permian. De todos modos, desde 2016, se han reducido un 35% en dólares.
Mientras que los costos de terminación han tenido una mejor performance, se ubican, en promedio, en los 63 mil dólares cada 30 metros, un 46% menos que el promedio de los pozos norteamericanos. Los mejores pozos de Permian arrojan costos de 36 mil dólares.
En Vaca Muerta en ese segmento se ha logrado una reducción del orden del 45% en la comparación a hace cinco años atrás.
Si se tiene el cuenta el costo de desarrollo del shale neuquino, que promedia los 8,6 dólares el barril, según los números de YPF, hoy están sólo un 25% por encima del Permian (6,8 dólares).
“Hay que hacer más eficiente toda la cadena de valor de la industria, no sólo de las grandes compañías internacionales que prestan servicios sino además las locales, y nuestros procesos dentro de la operación que es lo primero que estamos trabajando para ser más ágiles. Tenemos que eficientizar el costo de todo el ecosistema de la industria del oil & gas en la Argentina”, señaló Iuliano.
Una de las claves que mencionó el responsable del Upstream No Convencional de la petrolera nacional pasará por transitar hacia contratos de servicios por productividad.
“Tenemos modelos contractuales que vienen de hace muchos años y probablemente nos sigan sirviendo porque nos permitieron llegar a tener 8,6 dólares por barril de costo de desarrollo. Sin embargo, si uno mira a futuro, así como evoluciona la manera en la que hacemos las cosas, también tienen que evolucionar esos modelos contractuales”, explicó.
En decir que aún queda margen por mejorar en la construcción de los pozos para ganar en competitividad, lo cual hoy en día se compensa con una mayor producción acumulada, cuestión que está relacionada a los avances en geonavegación como por las propiedades de la roca generadora.
La escala de actividad del Permian, inalcanzable para Vaca Muerta, se ve en parte contrarrestada con la curva de aprendizaje y las bondades de la naturaleza neuquina.
“Hoy estamos en una situación geopolítica muy puntual, que traccionó los precios hacia arriba, pero el año pasado no visualizábamos más de 60 dólares el barril, por eso el desafío es que podamos ser competitivos y resilientes con ese contexto de precios”, dijo Iuliano.
“Tenemos una oportunidad de producir un millón de barriles en toda a Argentina, apalancados en Vaca Muerta, y llegar en 2026 a una plataforma de exportación de 600 mil barriles por día”, aseguró el vicepresidente de Upstream No Convencinal de YPF.
Dijo que ese volumen de exportaciones, proyectado con los precios actuales, permitirían a la Argentina alcanzar para 2026 una balanza energética positiva de 12 mil millones de dólares: “Para esto hace falta mejorar la eficiencia, y los costos, pero el habilitador clave es la expansión del sistema transporte de gas y petróleo. El gasoducto Néstor Kirchner nos va a permitir minimizar o eliminar la importación del gas líquido, exportar energía y abastecer de dólares frescos a nuestro país”.
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