Por qué estabilizar la macroeconomía es clave para Vaca Muerta
El diagnóstico de economistas coinciden en el rol central que juega Vaca Muerta, aunque advierten que es esencial estabilizar la macroeconomía, cerrar la brecha cambiaria y levantar el cepo.
El diagnóstico de los expertos en economía y energía del país que fueron parte de la segunda edición de Vaca Muerta Insights, es alentador en cuanto a las posibilidades concretas de producción de Vaca Muerta, pero requiere de decisiones de política económica complejas: ordenar la macroeconomía será el desafío más importante del próximo gobierno.
Así lo expusieron Nicolás Gadano, economista de la Fundación Pensar y exgerente general del Banco Central de la República Argentina (BCRA); Nicolás Arceo, titular de la consultora Economía y Energía y Marina Dal Poggetto, directora ejecutiva de EcoGo, en el evento exclusivo de LM Neuquén, Más Energía y EconoJournal, desarrollado el miércoles en el Hipódromo de Palermo, Ciudad de Buenos Aires.
Entre los participantes, asesores y expertos en macroeconomía y energía, las palabras tarifas, precios, transporte, infraestructura, año electoral, inflación, balanza comercial y volatilidad cambiaria fueron parte de sus exposiciones.
Con varias coincidencias en el análisis, el diagnóstico de la actualidad del país en estos aspectos fue bastante común respecto a las dificultades presentes. También hubo sintonía en cuanto a la enorme oportunidad y la particularidad que tiene Vaca Muerta para el país.
El economista de la Fundación Pensar, Nicolás Gadano, dijo que no hay dudas de lo que ya es Vaca Muerta hoy, ni de lo que puede ser en los próximos años, aunque todo está sujeto “a una economía más ordenada y reglas más claras para la industria”.
“Las prioridades confluyen en la necesidad de una macroeconomía más normal, estable, sin cepo, sin alta inflación, sin volatilidad cambiaria. Aún con un programa específico para una industria específica, si la macro es tan inestable y restrictiva nunca vamos a poder alcanzar todo el potencial que la industria tiene”, afirmó en diálogo con +e.
Nicolás Arceo, titular de la consultora Economía y Energía, en tanto, fue más optimista al decir que “el sector hidrocarburífero va a seguir creciendo en los próximos años y Neuquén es central en ese crecimiento, va a depender de la política pública que se instrumente en los próximos años”.
Se refirió al año 2023 como “bisagra en términos de una balanza comercial equilibrada”. Y en cuanto a las obras de transporte de hidrocarburos dijo: “más allá que con el gasoducto Nestor Kirchner va a permitir expandir la producción de gas natural de la cuenca neuquina y a pesar de las limitaciones del transporte de crudo, el ingreso de OTASA -la puesta en funcionamiento del Oleoducto Trasandino para exportar a Chile- en abril o mayo lo que va a permitir es que la tendencia de crecimiento de petróleo se mantenga”.
La experta en macroeconomía, Marina Dal Poggetto, directora ejecutiva de la consultora EcoGo, mencionó los síntomas de la complicada situación de la economía argentina: “Inflación del 6, 7 por ciento mensual con riesgos de acelerarse, precios de los bienes ridículamente caros en una economía muy cerrada, brecha cambiaria alta, precios de tarifas ridículamente baratos, salarios rezagados, una brecha cambiaria en el orden del 100 % que representa la principal transferencia de ingresos de la exportación a la importación y torna inviable el funcionamiento”.
Y explicó la situación actual describiendo al Banco Central en una economía en la cual “sobran pesos, faltan dólares y en términos de flujo, se agrava con la sequía, con una emisión potencial de pesos por los mecanismos de desdoblamiento, el financiamiento del déficit fiscal y una eventual monetización de la deuda en pesos que obliga al Banco Central a monetizarlos, es un escenario de corto plazo que requiere de un programa de estabilización”. Y dijo que el gobierno nacional actual “no tiene horizontes para eso”. Y el agravante que observa es que se escuchan “distintas propuestas de política y no de política económica”.
“La economía depende de la política, la política de la economía y la distorsión de precios sigue casi en los mismos niveles del año pasado, corregir los precios relativos, sería el punto número uno de cualquier programa de estabilización, pero tiene costos políticos y sociales muy altos”, concluyó.
Y pronunció su visión en el marco del año electoral: “La agenda de política económica de estabilización, es condición necesaria y este gobierno no tiene tiempo para hacerlo, será agenda del próximo gobierno”.
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