Vaca Muerta

Las ventajas de las ramas laterales XL en Vaca Muerta

En los últimos diez años, el trayecto horizontal de los pozos del shale neuquino pasaron de 1000 metros a superar los 2500 en promedio. La tendencia es ir a ramas más largas, superando los 4500 metros.

Que Vaca Muerta exhibe niveles de producción récord no es novedad para la industria en la Argentina y es una marca para ostentar en el mundo por parte de la política. Pero no fue hasta el Shale Day en Houston, un encuentro organizado por el IAPG, que la roca de esquisto de la cuenca Neuquina fue comparada con otras en desarrollo en Estados Unidos, en un informe realizado por Rystad Energy y al que accedió +e. Una de las claves de la productividad es la mayor experiencia para realizar pozos con ramas laterales cada vez más extensas.

La “rama lateral XL” a la fecha la tiene YPF en Loma Campana. La compañía concluirá una campaña de perforación con un pozo horizontal de nada menos que 4.447 metros de extensión. “En términos de perforación estamos yendo a ramas cada vez más largas para bajar el costo de los pozos”, apuntaba Juan Manuel Ardito, vicepresidente de Upstream No Convencional de YPF, en una anterior entrevista con +e.

Los tiempos de perforación también cuentan. El CEO de YPF, Pablo Iuliano, ya ha explicado que están logrando un pozo en un plazo de 22 a 24 días. El flamante gerente general de la compañía también ha señalado la necesidad de realizar ramas laterales de más de 4500 metros.

En los últimos 10 años, las ramas superiores pasaron de apenas superar los 500 metros hasta llegar a un promedio de 1000 a mediados de 2015 y luego siguieron subiendo. Incluso en 2020, el peor año de la pandemia, los pozos horizontales tenían una extensión lateral de 2000 metros promedio. Ese valor se dispara alrededor de 2500 si se consideran los pozos récord concretados en 2022 en Loma Campana y Bandurria Sur, entre 3600 y 3900 metros de extensión lateral, de acuerdo a las bases de datos públicas de la Secretaría de Energía de la Nación.

“Las ramas horizontales largas con cada vez más fracturas han dado resultados impresionantes ya que la productividad por fractura no baja al realizar más fracturas”, explicó Daniel Dreizzen, director de Energía de Ecolatina.

“En solamente 5 años se ha logrado duplicar la rama horizontal, la cantidad de fracturas por rama y la producción final esperada por pozo. Mientras tanto el costo de construcción del pozo con fracturas ha quedado invariable. Esto representa una ganancia de productividad inmensa”, analizó Dreizzen en contacto con +e.

Según el Estudio “Historia del Desarrollo de Vaca Muerta” realizado por Ecolatina, se explica que las ganancias de productividad vinieron de tres fuentes: perforación, completación (fractura) y cadena logística. Y aunque ha habido un gran progreso, las mejoras continúan apareciendo. Las “best practices” aún no están estandarizadas entre la industria en Argentina.

Capacidad de adopción

Para Ernesto Díaz, vicepresidente para América Latina de Rystad Energy, YPF fue un actor clave para la industria en Vaca Muerta tanto en el uso de las ramas extensas, la intensidad del bombeo de arenas, el espaciamiento de las etapas de fracturas y la distancia entre pozos. “Hay técnicas y tecnología de Estados Unidos que la Argentina, de la mano de YPF, ha adoptado con muchísimo éxito”, apuntó en diálogo con +e.

“Ahora hay que seguir evolucionando. YPF está haciéndolo con el Simul Frac (la fracturación de dos pozos en simultáneo con el mismo set), que en la medida que vas escalándolo y adoptándolo a nivel masivo es donde podés ver los mejores resultados”, detalló Díaz. Los datos de YPF con el Simul Frac son alentadores: mejoró la eficiencia en un 40%, llevando a la fecha tres locaciones completas con esta modalidad.

Rystad presentó en Houston, en el Shale Day organizado por el IAPG, un informe comparativo entre Vaca Muerta y las cuencas no convencionales de Estados Unidos. La roca argentina es la que más creció en términos de productividad para petróleo y la segunda en gas. Si bien queda un largo camino para alcanzar los volúmenes de producción, la curva de aprendizaje sigue dando resultados positivos.

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Comparación de productividad de Vaca Muerta frente a cuencas de Estados Unidos: barriles de petróleo (izquierda) y pies cúbicos de gas (derecha) por cada 1000 pies de rama lateral (300 metros aproximadamente). Fuente: Rystad Energy.

Comparación de productividad de Vaca Muerta frente a cuencas de Estados Unidos: barriles de petróleo (izquierda) y pies cúbicos de gas (derecha) por cada 1000 pies de rama lateral (300 metros aproximadamente). Fuente: Rystad Energy.

Por caso, Eagle Ford en Texas alcanzó 1,2 millones de barriles de petróleo por día (más del doble diario de toda la Argentina) en septiembre, según los datos de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA). El último dato de Vaca Muerta arroja 246.213 barriles diarios en agosto, de acuerdo a los datos de la Secretaría de Energía de la Nación (el total de Neuquén fue de 278.187 barriles, por lo que el 88,5% del petróleo de la provincia vino de la roca shale).

No obstante, Alexandre Ramos-Peon, vicepresidente de Shale Research de Rystad Energy, puso el alerta en dos variables que tienen larga data en Vaca Muerta: la infraestructura y el número limitado de equipos (perforadores y sets de fractura).

“A futuro, el desafío es seguir aprendiendo de la roca, aumentar la productividad y trabajando la eficiencia y los costos de toda la cadena de valor”, agregó Díaz de Rystad.

“Los desafíos se suman. Ya no es solamente incrementar la productividad, eficiencia y reducción de costos sino también la disminución de las emisiones y apuntar a la electrificación de toda la operación. Y propio de la Argentina: conseguir que las empresas de servicios puedan conseguir más sets de fractura, rigs e insumos y repuestos del exterior”, apuntó.

El crecimiento de Vaca Muerta depende de la capacidad técnica y geológica, pero la política debe acompañar para no empañar el trabajo logrado en la última década.

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> La macro y los desafíos

La delicada situación de la macroeconomía argentina está afectando cada día a más sectores. Y la industria hidrocarburífera no está exenta. De hecho, las empresas de servicios pidieron que el Ministerio de Economía y la Aduana les habiliten importaciones de insumos y repuestos para la producción, algo que también alcanza a las empresas regionales que están en el conocido “tercer anillo” de la industria de Vaca Muerta.

A la vez, el incremento de la actividad requerirá de más equipos de perforación y de fractura. Especialmente de fractura, que en la actualidad hay apenas nueve de ellos rotando entre las diferentes compañías. YPF apeló a la creatividad al traer la técnica del “simul frac”, pero en el futuro próximo el sector necesitará sumar más sets para sus operaciones.

A la fecha, como informó +e en otras ediciones, de las 56 torres de perforación que hay activas en el país, más de la mitad trabajan en la provincia de Neuquén, orientadas al desarrollo de Vaca Muerta. En la Cuenca Neuquina hay 36 perforadores en actividad: 33 de ellos en Neuquén -núcleo de la actividad shale- y 3 en la provincia de Río Negro.

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