El shale oil representará el 80% del total nacional
Inversiones y trabajo. Los hidrocarburos será el sector que más rápido crecerá en los últimos años y podría generar un superávit de 25 mil millones de dólares.
Si las condiciones acompañan, la industria hidrocarburífera se prepara para el despegue absoluto. El economista Nicolás Arceo explicó los pormenores de la hoja de ruta que trazó la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPh) para llegar a casi al millón y medio de barriles diarios para fines de esta década. El shale oil tendrá un rol predominante.
El primer pedido es garantizar el cumplimiento de los contratos, acuerdos y programas de estímulo preexistentes y permitir la alineación de los precios locales de los hidrocarburos con los vigentes en el mercado internacional.
Asimismo, las compañías consideran que es necesario desarrollar un marco regulatorio específico para la promoción y construcción de las plantas de licuefacción y potenciar y desarrollar el complejo petroquímico.
Otro de los pilares fundamentales es posibilitar la libre disponibilidad de una porción creciente de las divisas originadas en la exportación para garantizar el acceso a divisas para adquisición de equipamiento, repago de deuda y distribución de utilidades.
Además, las empresas piden implementar un programa de incentivos para desarrollar o mantener el desarrollo de las cuencas maduras.
En el trabajo que realizó Arceo, la industria se vería impulsada por el desarrollo de Vaca Muerta donde el 80% de la producción nacional sería de shale oil. Esto requerirá que una ampliación adicional en la capacidad de evacuación por oleoducto desde la Cuenca Neuquina a partir del año 2027, y se requeriría un oleoducto de 375 mil barriles día adicionales de la capacidad de transporte.
En términos del nivel de actividad, el nivel de producción implicará pasar de 200 pozos enganchados de crudo en 2022 a más de 550 pozos por año a partir del segundo quinquenio de la presente década. En el caso de gas natural, el país deberá pasar a 90 pozos enganchados durante el año pasado a tener entre 130 y 140 pozos de perforación de gas natural y, una vez que se conforme la terminal exportadora de licuefacción, Argentina requerirá 250 pozos en 2029 y 370 nuevos pozos enganchados en 2030.
“Esto implicará mayor nivel de actividad en las cuencas, aumento de los equipos de perforación y de fractura y en términos general lo que significará una triplicación de la actividad de petróleo, multiplicar por cuatro la actividad de gas natural. Además, triplicará el empleo en el sector y va a tener un impacto significativo en las principales cuencas productivas”, subrayó Arceo.
“Vaca Muerta tiene la posibilidad de influir en la economía argentina, pero el impacto central se dará en términos externos. El aumento y desarrollo del sector hidrocarburífero argentino es lo que puede garantizar es que a fines de la década del 2030 proyectados por las empresas lo que se observa es un nivel de exportaciones por encima de los 29 mil millones de dólares con un nivel de importaciones por los 4 mil millones de dólares y con un superávit en la balanza comercial de 25 mil millones de dólares a partir de la década del 30”, destacó.
“Lo que estamos hablando es 1,2 veces el complejo sojero, 1,8 las exportaciones el complejo cerealero y 3,3 las exportaciones del complejo automotriz. Los hidrocarburos son el único sector que puede generar un aumento muy significativo muy alto de exportaciones en un tiempo muy acotado”, consideró el economista.
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