Royon: "Argentina va a seguir apostando a los hidrocarburos"
La secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royon, destacó el potencial del país y la necesidad de desarrollar los fósiles para financiar la transición energética.
La secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royon, participó de “Energía Argentina, presente y futuro”, ciclo de debates organizado por el diario Ámbito, y habló de una amplia gama de temas. Desde la necesidad de exportar para generar divisas hasta el desarrollo de la industria nacional, pasando por cuál es el plan de transición energética y el proyecto que estudia el gobierno para incentivar inversiones en GNL e Hidrógeno.
Reiteró que el ministerio de Economía enviará su propuesta al Congreso en los próximos días y que se trata de “dos proyectos claves para el sector energético”.
“En líneas generales, el proyecto es para dar estabilidad fiscal por 30 años, porque son proyectos que claramente requieren inversiones muy relevantes y a largo plazo. Entonces, necesitan garantías de estabilidad fiscal, también busca garantizar el acceso a divisas para poder afrontar los créditos que eventualmente las empresas tomen, así como beneficios fiscales porque Argentina, sobre todo en GNL también tiene que salir a competir con otros países que tienen sus proyectos de GNL”, detalló Royón.
La funcionaria puso el foco en la necesidad de contar con infraestructura y señaló que “Vaca Muerta puede dar un salto de producción cuantitativo, pero claramente la mirada es mucho más allá del mercado interno y de los mercados regionales, sino poder exportar el gas de Vaca Muerta como GNL a otros mercados”.
Infraestructura para exportar
“Hoy las refinerías argentinas están abastecidas. Entonces, todo el crecimiento que pueda haber en materia de crudo va a tener como destino la exportación y la venta de crudo es clave en dar vuelta esta balanza energética”, aseguró Royon y detalló que “el año pasado fue de casi 4.500 millones de dólares negativa y ya para el 2030 esperamos que sea 12.000 millones de dólares positiva”.
Para lograr ese objetivo, la infraestructura es un tema sensible y en este punto, la funcionaria puso el foco en el gasoducto Tratayen-Salliqueló al decir que “se está llevando adelante en tiempo y va a estar para la última semana de junio”.
“Es un proyecto que va a cambiar la matriz energética de Argentina y justamente también estamos trabajando en cómo esta red de gasoductos va a cambiar la matriz de generación eléctrica y va a posibilitar más desarrollo, más industria y más exportaciones”, agregó.
La funcionaria aseguró que “en materia de oleoductos hay una inversión de aproximadamente 1.100 millones de dólares en diferentes proyectos” y se mostró confiada al decir que: “Este año ya se va a ver una contribución. Argentina puede producir mucha más energía de la que puede transportar y la infraestructura es fundamental”.
Efecto derrame
Royon también enfatizó el estado de situación de las empresas locales en el entramado de la industria y fue enfática al decir que “en el sector energético y también en el sector minero hay un agregado de valor importante”.
“Hoy cada proyecto, por ejemplo, en Vaca Muerta, tiene un porcentaje de más del 70% de componente nacional. El derrame que hay, no tan solo en mano de obra, tanto directa como indirecta, sino también de desarrollo de proveedores locales, marca que hay un valor agregado”, comentó.
En este punto señaló que “Argentina tiene en su industria petroquímica y metalmecánica ya un know-how desarrollado y adquirido importante. En materia de minería todavía queda un camino más por recorrer porque, sobre todo la industria del litio, es relativamente nueva”.
La transición, una oportunidad
“La transición energética es una oportunidad para la Argentina porque tiene mucho para ofrecer”, dijo la secretaria de Energía, al tiempo que enumeró todas las potencialidades del espectro energético del país.
“Cuando uno mira Argentina en términos de potencial de generación de energía, es difícil pensar en tener tanto. Argentina tiene en la segunda reserva de gas no convencional del mundo con Vaca Muerta; es cuarta en shale oil; tiene offshore; en materia de energías renovables, tiene de los mejores lugares del mundo para la generación de energía solar en el norte y energía eólica en el sur del país; tiene un gran potencial en energía hidroeléctrica; también estamos comprometidos a impulsar biocombustibles y también hay que decir que Argentina es un país ya reconocido a nivel mundial en el desarrollo de la tecnología nuclear con fines pacíficos”.
En este punto, Royon planteó dos cuestiones sensibles. Para empezar, dijo que “Argentina va a seguir apostando a los hidrocarburos porque claramente la transición energética hay que financiarla y planteamos también que aquellas economías que más contribuyeron en emisiones también deben de tener la responsabilidad de acompañar al sur global financiando la transición energética”.
Por otro lado, aseguró que “lo que planteamos nosotros es que Argentina no debe copiar un modelo impuesto o posiciones de otros países, como puede ser Alemania o Colombia. Argentina tiene que llevar adelante su transición energética en un modelo acorde a sus capacidades, acorde a sus restricciones macroeconómicas”.
“Argentina tiene un alto porcentaje de población vulnerable y la transición energética debe ser hecha en términos que sea justa y asequible para la gente, además de sustentable por supuesto en el tiempo”, dijo.
En este contexto, ¿qué rol jugarán las empresas que ya están trabajando en el sector? Según Royon, “Argentina definió, así como muchos países, que el gas es el combustible de la transición energética. El rol del gas es fundamental porque para la transición energética y cualquier proyecto de energía renovable, el país necesita financiamiento y eso es una tensión que hay que tener en cuenta”.
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