Vaca Muerta

Brasil, Guyana y Vaca Muerta posicionan a Sudamérica como la nueva potencia petrolera

Con inversiones récord y proyectos offshore y shale en expansión, Sudamérica se encamina a liderar el suministro global de petróleo durante la próxima década.

La transformación energética sudamericana avanza con una velocidad que sorprende a todos. La combinación de los desarrollos offshore en Brasil y Guyana, junto con la fortaleza creciente de Vaca Muerta, está reposicionando a la región como la nueva potencia petrolera del mundo. Así lo establece el informe de Rystad Energy, que destaca que Sudamérica aportará el grueso del crecimiento no OPEP+ en la próxima década.

El estudio señala que la producción de líquidos alcanzará un pico cercano a los 107 millones de barriles diarios a inicios de los años 2030 y se mantendrá por encima de los 100 millones hasta bien entrada la década de 2040. En ese escenario, la región aparece como una de las pocas capaces de ofrecer barriles competitivos incluso en un entorno de precios bajos.

La pérdida de productividad en pozos maduros y el estancamiento del crecimiento del shale estadounidense también abren una ventana estratégica para Sudamérica. Según Rystad, los pozos actuales producirán menos de la mitad de lo que entregan hoy para 2030, lo que obliga a acelerar inversiones en nuevos campos y a reforzar los existentes. Sudamérica, con costos relativamente estables y enormes recursos sin desarrollar, emerge como la alternativa más sólida para abastecer la demanda global.

Brasil y Guyana lideran el boom offshore

Brasil se ubica al frente de la revolución petrolera regional gracias a su experiencia en aguas profundas, su infraestructura y su madurez operativa. Los FPSO (buques flotantes de producción, almacenamiento y descarga) se convirtieron en el corazón del crecimiento. Desde 2020, la mayoría de los yacimientos offshore incorporados a la producción provienen de este esquema, que permite procesar volúmenes masivos en zonas remotas.

Guyana, por su parte, se consolidó como la estrella emergente del mercado global. ExxonMobil ya tiene cuatro FPSO en operación y continúa expandiendo el desarrollo del Bloque Stabroek. Aunque los descubrimientos se desaceleraron respecto a los picos previos, la zona sigue ofreciendo uno de los niveles de productividad más altos del mundo. Durante el último año se descubrieron unos 420 millones de barriles de líquidos, la cifra más baja desde 2017, pero suficiente para sostener el interés en la exploración.

Surinam también aparece en el mapa como protagonista. El yacimiento GranMorgu, valorado en más de 10.500 millones de dólares y anteriormente conocido como Sapakara Sur y Krabdagu, prevé entrar en producción en 2028. Este desarrollo se convertirá en el mayor proyecto energético del país y uno de los más relevantes de la región hacia finales de la década.

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Rincón de Aranda es la apuesta de Pampa Energía por la ventana petrolera de Vaca Muerta.

Rincón de Aranda es la apuesta de Pampa Energía por la ventana petrolera de Vaca Muerta.

Vaca Muerta: el peso del shale en la nueva ecuación global

Asimismo, Vaca Muerta se transformó en el principal motor del crecimiento petrolero de Argentina y en un actor clave dentro del escenario sudamericano. El shale argentino ofrece barriles competitivos y con declinaciones manejables. Su acelerada curva de aprendizaje y la expansión de la infraestructura permiten integrar a la formación dentro del ecosistema energético sudamericano.

El informe de Rystad destaca que la roca madre de la Cuenca Neuquina destaca por su previsibilidad y por los avances en completación de pozos, con técnicas que han incrementado la recuperación y reducido costos. En un contexto global donde los pozos estadounidenses ralentizan su crecimiento, Vaca Muerta gana relevancia como fuente estable de producción no OPEP+. Además, el desarrollo de gasoductos como el Perito Moreno y el oleoducto VMOS (Vaca Muerta Oil Sur) expande la capacidad exportadora, un punto crucial para sostener el crecimiento proyectado.

Los campos en producción en Argentina seguirán atrayendo capital en los próximos años, mientras que la expansión de proyectos midstream permitirá conectar más volúmenes al mercado internacional. Con esta infraestructura, Vaca Muerta se integra al bloque Brasil–Guyana como un soporte estructural del suministro regional.

Inversiones, exportaciones y nuevas fronteras

Otro punto que destaca el documento de Rystad Energy es que proyecta que la inversión en nuevos yacimientos convencionales entre 2020 y 2030 alcanzará los 197.000 millones de dólares en Sudamérica. La mayor parte se concentra en proyectos offshore de Brasil y Guyana, pero Argentina y Colombia también aportan a la estabilidad operativa. En paralelo, la inversión total en exploración y producción superó los 46.000 millones de dólares el año pasado, el nivel más alto desde 2015.

La región mantendrá un ritmo sólido de decisiones finales de inversión (FID) hasta 2030, impulsando un ciclo que la convierte en una fuente estratégica para el abastecimiento global. En 2026, Sudamérica aportará más de 750.000 barriles diarios adicionales, superando a Norteamérica e igualando el crecimiento de Medio Oriente fuera de la OPEP+.

El potencial de expansión no se limita a los países más conocidos. Trinidad y Tobago ganó atractivo gracias al reingreso de ExxonMobil, que busca replicar el modelo exitoso que aplicó en Guyana. En Perú, la exploración offshore frente al Mar de Grau podría añadir entre 100.000 y 150.000 barriles diarios si se concretan descubrimientos comerciales. Estos proyectos muestran cómo la región aún conserva fronteras en desarrollo con capacidad para generar nuevas oportunidades.

VMOS Soldadura automática finalizado Vaca Muerta Sur Oil ducto oleoducto (2)
El VMOS es la gran obra petrolera para terminar con uno de los cuellos de botella de Vaca Muerta.

El VMOS es la gran obra petrolera para terminar con uno de los cuellos de botella de Vaca Muerta.

El camino hacia 2035

Aunque algunos analistas anticipan un breve período de sobreoferta, Rystad advierte que la brecha entre oferta y demanda se ampliará después de mediados de los años 2030 si no se incrementan la exploración y la recuperación mejorada. Sudamérica, por su éxito en proyectos offshore y su nivel competitivo de costos, se encuentra mejor posicionada que otras regiones para cubrir parte de ese déficit.

El desafiante escenario global exige un flujo constante de inversiones y decisiones oportunas. Sudamérica tiene la infraestructura, la geología y el aprendizaje acumulado para seguir captando capital y aumentar su presencia en el mercado. Brasil y Guyana lideran el avance, Vaca Muerta refuerza la base del shale regional y Surinam y Perú agregan nuevas oportunidades de expansión.

La región ya es un pilar imprescindible de las exportaciones netas de petróleo y se espera que siga cumpliendo ese rol durante las próximas décadas. Las proyecciones anticipan que Argentina, Guyana, Surinam y Venezuela encabezan la oferta exportable, mientras Brasil, Colombia y Ecuador sostienen aportes significativos al menos hasta mediados de la década de 2030.

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