Confianza

Volver a generar confianza para ser el corazón energético de la región

Los especialistas coinciden que Argentina debe volver a ser un proveedor de energía. Trabajar para que Vaca Muerta sea sinónimo de confianza en exportaciones.

El plano energético demandará una serie de condiciones para realizar transacciones a largo plazo. La geopolítica es un activo esencial donde la confianza es todo para quienes demandan energía. Si un proveedor no puede asegurar que cumplirá con sus compromisos es directamente tachado de la lista.

El shale gas es la gran oportunidad para que Argentina se convierta en el corazón energético de la región y abrirse camino en el mundo a partir de los proyectos de GNL (gas natural licuado).

El primer paso será el comercio con los países limítrofes. Los gasoductos a Chile, Brasil y a Uruguay deberían ser el primer objetivo de Vaca Muerta, pero para ello hay que recuperar los mercados.

“Necesita menos inversión en principio, porque en gran parte ya está hecha. Me parece que deberíamos tener una estrategia de utilizar la infraestructura ya existente, pero eso lo va a decidir naturalmente el sector privado”, subrayó Alejandro Einstoss.

En diálogo con +e, el integrante del Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi manifestó que la infraestructura, explotación e inversión está en manos del sector privado. “Nadie mejor que el sector privado para saber dónde aplicar los recursos mejor”, afirmó.

“Me parece que cuando logremos el desarrollo del mercado regional hay que saltar al mercado internacional. Ahora, serán los privados los que decidan el ritmo y las prioridades”, agregó.

Las exportaciones ayudarán a mejorar los costos que si se articulan las políticas correctas ayudará a bajar las tarifas del mercado local.

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Las operaciones en Vaca Muerta están en números top.

Las operaciones en Vaca Muerta están en números top.

Recuperar la confianza

Uno de los problemas a resolver por Argentina es volver a ser un proveedor confiable. El caso simbólico es Chile que en 2007 se cortaron las exportaciones porque no alcanzaba el gas para el mercado local. El país trasandino tuvo que volver al carbón y construyó dos plantas de licuefacción de gas, que hoy están funcionando y tienen contrato, digamos, y reemplazó el gas argentino.

“Nosotros vamos a tener que reconquistar ese mercado. También se construyó un gasoducto a Brasil, en Uruguayana, donde se construyó una central termoeléctrica del lado brasilero, que tampoco se pudo abastecer y eso generó juicios al sector, a las empresas, transporte y producción, tanto YPF como TGN, les generaron conflictos judiciales”, ponderó.

Argentina va a tener que desandar ese camino, volver a transformarse en un proveedor confiable, y eso lleva tiempo, y el primer paso es tener precios competitivos”, aseveró.

Un paso adelante

Por su parte, Ernesto Díaz, vicepresidente para Latinoamérica de la consultora Rystad Energy, aseveró que ya se viene trabajando en recuperar la confianza de los clientes ya que hay ciertos volúmenes en firme y hay un abastecimiento continuo.

“Yo creo que esa confianza va a tardar por factores de mercado. En la medida que haya más volumen de producción y más volumen de transporte, obviamente los mercados consumidores van a empezar a ver y será cada vez menos probable que se puedan cortar las exportaciones o que el Estado pueda llegar a intervenir”, consideró en diálogo con +e.

“En la medida que esos volúmenes sigan siendo acotados y no alcance para todo, no alcance para el consumo doméstico ni para exportar, obviamente el riesgo de un corte del mercado y de que el Estado intervenga en los contratos es mayor”, subrayó.

“Yo creo que es una cuestión de evolución del mercado. Cuando las inversiones empiecen a crecer, el transporte empiece a crecer, la producción empiece a crecer, va a haber cierto volumen, va a ser cada vez menos probable que el Estado intervenga y que los contratos se interrumpan. Es un tema de liquidez”, evaluó.

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