El ajuste de tarifas pasa para después de las elecciones
La baja del costo de la electricidad típica de primavera permitiría atravesar este trimestre sin mayores subsidios a pesar de la devaluación.
El clima vuelve a jugar a favor del Gobierno. Cuando se preveía que la devaluación obligaría a un nuevo ajuste de tarifas en plena campaña electoral, la llegada de la primavera permite una reducción de costo de la electricidad que hace posible mantener los valores actuales sin necesidad de mayores subsidios.
Es así que el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, confirmó que la actualización tarifaria se posterga para el mes de noviembre cuando haya terminado el proceso electoral. "Se tomó la decisión de posponer los aumentos de tarifas esperando que la situación calme y hay un aumento previsto en noviembre, ahí se retomará el sendero", indicó.
"Estuvieron aumentando todo el año y hubo quejas por eso, no es que ahora es todo después de las elecciones si no que también hay que balancear que hay momentos delicados. Esa semana fue un momento muy delicado", agregó.
Los cálculos iniciales estimaban que mantener las tarifas congeladas hasta fin de año implicaría un costo fiscal de 70.000 millones de pesos. Sin embargo, ahora Cammesa informó una baja del costo monómico que modifica los planes.
“Al parecer, según la programación provisoria de Cammesa, los costos en dólares van a bajar en el semestre noviembre 2023 – abril 2024. Y, a pesar de la devaluación de agosto, los costos reconocidos en pesos no aumentarían. Por esto, no habría subsidios adicionales incluso con congelamiento tarifario”, explica el economista del Instituto Mosconi, Julián Rojo, en diálogo con +e.
“Si se cumplen las previsiones, y las tarifas aumentan en noviembre y diciembre, lo que diría más bien es que quizás haya una caída adicional en los subsidios a la energía. Habría que ver la cuantía, pero hay una certeza: ya que los N 1 cubrían el 97% del costo, el aumento deberá ser mayor en N2 y N3, que hoy cubren 14% y 17%, para tener una baja significativa de subsidios”, subraya.
De todas maneras, el panorama podría cambiar si se produce una nueva devaluación –como muchos prevén- luego de la asunción del próximo Gobierno que podría derivar en una unificación cambiaria como algunos candidatos proponen.
Por lo pronto, de acuerdo al último informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA, los subsidios energéticos cayeron un 18,7% en el acumulado anual, pero con una gran diferencia entre los segmentos de gas y electricidad. “Las transferencias devengadas de Energía Argentina S.A. (ENARSA) acumuladas en nueve meses de 2023 aumentaron 151,5% a.a. nominal y 25,3% a.a. real mayormente explicado fundamentalmente por la compra de barcos de GNL. Las transferencias por el Plan Gas.Ar (incentivos a la producción de gas natural) aumentaron 479,7% a.a., esto es 164% a.a. mayores en términos reales. A su vez, las transferencias a CAMMESA aumentan 40% nominales a.a y por lo tanto disminuyen 36,2% a.a. en términos reales”, sostiene.
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