Chirillo: críticas y con poder limitado en una silla eléctrica
El ahora exfuncionario fue el blanco de cuestionamientos por diversos inconvenientes. Crónica de una salida anunciada.
En Argentina hay una premisa que se repite pese a quien gobierne: la Secretaría de Energía es una silla más caliente que la del Ministerio de Economía. La salida de Eduardo Rodríguez Chirillo no fue la excepción a la regla.
El ahora exfuncionario nacional fue blanco de críticas – propias y ajenas- por diversas crisis. La Secretaría de Energía es una fibra sensible que puede arruinar cualquier plan de Gobierno y no es un área sencilla de controlar.
La llegada de Chirillo fue consecuencia del trabajo del especialista en Energía durante la campaña presidencial de Javier Milei. "Rodríguez Chirillo es quien desde hace tiempo viene trabajando en materia energética", subrayaba en los primeros días de la gestión de La Libertad Avanza, Guillermo Ferraro, otro funcionario eyectado de Casa Rosada.
Su papel fue importante en la estructura libertaria. Fue uno de los autores de la Ley Bases y estuvo en la cadena nacional donde Milei presentó el mega DNU que publicó el Gobierno en diciembre.
La canasta básica energética fue una de sus principales propuestas, pero nunca se llegó a implementar. La falta de decisiones de Chirillo agotó la paciencia de Luis Caputo. En consecuencia, el ministro de Economía avanzó con un decreto para recortar los subsidios a la electricidad y al gas. Ese primer round dejó en evidencia las diferencias entre uno y otros.
La salida de Nicolás Posse de la Jefatura de Gabinete dejó sin espalda a Chirillo para poder maniobrar. La falta de espacio comenzó a ser cada vez más evidente. Llegaban nuevos funcionarios y el extitular de la cartera comenzó a ver limitado su poder de decisión. La sombra de Mauricio Macri se hacía cada vez más grande.
La crisis del invierno
El momento más tenso del especialista en Energía se vivió en mayo. El país vivió una insólita crisis de gas que obligó a cortar el suministro a unas 100 industrias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza y a las estaciones de GNC. El objetivo era garantizar el consumo de los hogares.
El Gobierno acusó que ola de frío polar que se evidenció en el país fue histórica, pero lo cierto es que las áreas técnicas tardaron en reaccionar con la importación de gas y combustibles para atender el pico de demanda.
En el seno de La Libertad Avanza también cuestionaban -en silencio para “no darle de comer a la oposición”- el retraso de las obras estratégicas en los ductos troncales que incrementar la producción de Vaca Muerta y reemplazar costosas importaciones. Un ejemplo eran las plantas compresoras del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK): la de Salliqueló fue inaugurada hace una semana.
En el Gobierno nacional creen que el proyecto tardó demasiado en concretarse y responsabilizan a Chirillo por su lento accionar.
Críticas y sin definiciones
Uno de los sectores que más críticas depositó en la gestión de Chirillo fue el de las energías renovables. En los primeros días, las empresas se mostraron preocupados por las reformas que llevaría a cabo el especialista. Las diferencias se apaciguaron después de una serie de reuniones.
Sin embargo, la falta de incentivos en la Ley Bases y en el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) despertó las críticas por parte del sector. El ahora exfuncionario modificó la letra chica del proyecto de ley.
También lideraron los cuestionamientos por el bono que les ofreció Luis Caputo por la generación de energía. El primer semestre estuvo marcado por denuncias y comunicados furiosos hacia la Secretaría de Energía. Las compañías aceptaron el bono de Caputo, pero la espina quedó marcada.
La Ley del Hidrógeno fue la gota que rebalsó el vaso. Chirillo, desde que comenzó su gestión, sostuvo que “la Secretaría de Energía está trabajando en una ley”. El mensaje se repitió una y otra vez, pero el proyecto nunca llegó. Lo último que dijo el exfuncionario fue que la normativa “no tenía fecha de presentación y que no se focalizará en el hidrógeno verde”.
La crisis del verano
Si el invierno tuvo su crisis energética, el verano no podía ser menos. Daniel González, quien llegó a Nación bajo el ala de Caputo, fue el encargado de marcarle la cancha a Chirillo. El viceministro de Energía y Minería, anunció que el país viviría un verano complicado y que la energía no alcanzaría para todos.
Las alarmas se encendieron y el panorama se volvió más complicado para Chirillo. A esto hay que sumarle que Guillermo Francos subrayó que en la época estival habría cortes programados. El exfuncionario nacional tuvo que salir a desmentir al jefe de Gabinete y explicó que si en el verano hay cortes programados de electricidad serán sólo a las industrias, y no a los hogares.
Además, confirmó que se iniciaron las gestiones con otros países para habilitar la importación de suministro en los picos de demanda por altas temperaturas.
La situación no mejoró para Chirillo. Los diferentes informes que maneja el Círculo Rojo indican que el país vivirá un momento de crisis en el verano debido a temperaturas por encima de los niveles del año pasado y una merma en la importación de energía de Brasil.
El poco diálogo con Luis Caputo, los errores no forzados y las negociaciones de Milei con Mauricio Macri se convirtieron en un combo letal para las aspiraciones de Chirillo. El nombre del exfuncionario estuvo arriba de la mesa de negociaciones entre La Libertad Avanza y el Pro, pero, principalmente, fue una víctima más de una silla eléctrica como lo es la Secretaría de Energía.
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