El nuevo plan de Comarsa para retirar la basura petrolera de la ciudad de Neuquén: ¿Cuánto tiempo llevará?
Provincia garantizó que la empresa retire un mínimo de 17.500 m³ bimestrales. Hay apuro por el crecimiento de los barrios de la meseta. Fracasaron dos planes.
El gobierno de Rolando Figueroa está decidido a poner en marcha el traslado de residuos del fracking, que dejó la empresa Comarsa como pasivo ambiental en el Parque Industrial Neuquén. Pasaron casi 10 años desde las primeras sanciones y hubo al menos dos planes para trasladar en su momento casi 300.000 metros cúbicos (m³) de recortes de perforación, desde la ciudad de Neuquén hasta una planta tratadora en Añelo.
El tema viene desde hace al menos tres gestiones de gobierno y hay apuro por parte de la Municipalidad de Neuquén para hacerse de tierras y regularizar los lotes en la meseta del Distrito VI, que están muy cerca de esas montañas de residuos petroleros que se acopiaron durante años.
"Nosotros estamos resolviendo los problemas, no haciendo circo", remarcó la secretaria de Ambiente de la Provincia de Neuquén, Leticia Esteves, en referencia al traslado de los residuos especiales de Comarsa hacia la empresa tratadora Indarsa.
Según la funcionaria, las tareas comenzaron a realizarse tras la resolución firmada en octubre del año pasado, en la que se autoriza el retiro de 210.000 m³ que estaban almacenados en el predio que tiene la firma, en el Parque Industrial Oeste Neuquén.
Comarsa: cifras y “festejo” del Defensor del Pueblo
El plan presentado por la empresa se extiende por un plazo de dos años e implica un retiro mínimo de 17.500 m³ bimestrales. Hay que aclarar que esto no comprende la gestión de los 31.000 m³ almacenados en Biopilas en el predio de la planta.
Respecto al acuerdo, Comarsa tiene la obligación de contratar un seguro de caución o similar, que otorgue garantía suficiente para al efectivo cumplimiento de los plazos y condiciones aprobadas en la resolución que autorizó el plan de traslado. Todo eso está todo controlado por la secretaría a cargo de Esteves.
"La provincia no traslada nada. Lo hacen las empresas. Nosotros estamos controlando que se haga todo conforme la ley establece, habilitándole los camiones y demás", precisó.
La funcionaria provincial precisó que "como secretaría no solamente estamos monitoreando de la manera que corresponde sino que la resolución los habilita a que saquen los residuos pero no a que cierren la planta. Porque una vez que los saquen, nosotros vamos a analizar en qué situación queda ese terreno y qué hay que sanear para hacer el cierre total de esa planta. Lo estamos haciendo por etapas".
El defensor del Pueblo de la ciudad de Neuquén, Gustavo Pereyra, se refirió al tema durante este lunes, ya que el organismo fue uno de los más que insistió históricamente en el traslado de estos residuos.
“Lo importante es que el trabajo ya comenzó y está supervisado por el gobierno provincial. Desde la Defensoría vamos a seguir todo el proceso. El municipio, por su parte, podrá disponer del predio para nuevos desarrollos urbanos, algo que siempre fue parte del plan para esa zona”, dijo.
Y sentenció: "Es un proceso técnico complejo. Lo principal es que ya comenzó el traslado de los residuos. Finalizada esa etapa, se trabajará con las biopilas. Este sistema, a través de microorganismos, 'limpia' el suelo transformando las sustancias tóxicas en inofensivas".
La pelea con Comarsa por el traslado de esos pasivos ambientales viene desde 2017, cuando Vaca Muerta da un salto productivo y se activan los mecanismos de perforación. A mayor actividad, mayor cantidad de residuos generados y la empresa no pudo remediar semejante cantidad.
Un viejo plan que no se cumplió: la biorremediación
En 2019, bajo la gestión de Omar Gutiérrez, la compañía fue habilitada a trasladar 200.000 metros cúbicos de residuos de los 300.000 que tiene alojados en el predio, ubicado en la periferia de la capital neuquina.
El cambio de planes había sido autorizado en su momento por la Secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente, a través del Decreto N° 791 del 13 de junio de 2019. Solo el pasivo ambiental que tiene Comarsa representa casi el 30 por ciento de los recortes del fracking que las operadoras declararon en 2017, con un gran ritmo de actividad.
La compañía había renunciado a su viejo plan de tratamiento, que había sido aprobado por el Decreto 321/18, donde se comprometía a limpiar todo el suelo contaminado mediante el método de la biorremediación.
Pero no fue posible aplicar esa técnica, según opinaron muchos expertos en temas ambientales. Los análisis de laboratorio realizados entre febrero de 2014 y junio de 2016, donde se tomaron 440 muestreos, arrojaron un promedio de un 15% de hidrocarburos con picos máximos de 41% en algunas muestras.
Es por eso que Comarsa trasladará todo el acopio a un relleno de seguridad que tiene la empresa Servicios Ambientales Neuquén SA (SAN) en Añelo. Esa compañía tiene unas 200 hectáreas en esa localidad cercana a Vaca Muerta, donde ofrece ese servicio, que implica enterrar la basura, con una geomembrana y a través de un proceso más seguro para evitar el peligro de contaminación.
Así las cosas, los residuos de la industria petrolera ya no se acopiarán en cercanías de Neuquén capital. La solución al problema del acopio de residuos petroleros cerca de las ciudades fue reclamada por distintas organizaciones y también desde el ámbito político. Es por eso que la compañía había tomado la decisión, junto con el Gobierno, de poner en marcha otro plan. Pero ese plan nunca se cumplió.
El mismo tiene carácter “precario y revocable”, según consta en el decreto de habilitación, teniendo en cuenta las condiciones que imponga la autoridad de aplicación, en este caso, la Subsecretaría de Ambiente de la provincia de Neuquén.
El cambio de plan en su momento hace cinco años proponía sacar los 200.000 m³ de basura petrolera, conformada por distintas categorías de acuerdo con la Ley 1875 y su Reglamentación. Se trata de recortes de perforación a base agua (Y13), recortes de perforación a base aceite (Y14), fondos de tanque (Y19), lodos de perforación (Y20), barros de las piletas API (Y21) y suelos contaminados con hidrocarburos (Y28).
Ahora el gobierno de Figueroa retomó esa agenda, intimando nuevamente a las empresas, para que trasladen toda esa basura a Añelo. Un tema tan viejo como necesario.
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