gasoducto

Aseguran que el gasoducto no está condicionado por la consulta mapuche

El Estado neuquino está elaborando un protocolo para reglamentar el Convenio 169 de la OIT. Pero no para la obra del gasoducto, sino para otros proyectos. Nación es la encargada de hacer la consulta "no vinculante" con las comunidades por esa obra.

La obra del gasoducto Néstor Kirchner no está condicionada por la consulta mapuche, el procedimiento que quiere reglamentar la provincia de Neuquén para bajar la conflictividad en Vaca Muerta.

La idea esbozada por el vocero de la Confederación Mapuche del Neuquén, Gabriel “Rolo” Cherqui, sobre un supuesto freno a los trabajos por no implementar el procedimiento de consulta a los pueblos originarios cayó en estos días en saco roto. La obra seguirá de todas maneras.

“Sin consulta, no hay gasoducto ni exploración”, había dicho el referente mapuche, luego de mantener una reunión con el presidente de la Nación, Alberto Fernández, y el gobernador neuquino, Omar Gutiérrez.

Pero la advertencia no tiene lógica para el Gobierno, ya que en estos meses se está redactando (a través de una comisión con el Estado neuquino y los pueblos originarios) cómo debería implementarse el mecanismo de consulta, no sólo para los proyectos hidrocarbuíferos de Vaca Muerta sino para otros que puedan afectar los derechos de los pueblos originarios.

Vale una aclaración: el procedimiento de la consulta indígena, en el caso del gasoducto Kirchner, debe hacerlo Nación, debido a que el financiamiento de esa obra estratégica es nacional. Pero Neuquén busca adelantarse a otros futuros proyectos que entren en colisión con las comunidades y está armando la reglamentación. Es decir, el gasoducto no está condicionado por la consulta, que “no es vinculante”.

Los pueblos mapuches habían asegurado que en parte de las hectáreas donde se montará la cabecera del gasoducto de TGS en Tratayén había al menos cuatro comunidades históricas.

Sin embargo, esta información fue desestimada oficialmente por el fiscal de Estado de Neuquén, Raúl Gaitán, quien forma parte del equipo que está elaborando el procedimiento para reglamentar la consulta indígena, establecida en el artículo 6 del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“No hay comunidades reconocidas en esa zona y tampoco tierras fiscales”, acotó Gaitán en diálogo con +e. No obstante, aclaró que el Estado neuquino convocará a “todas” al diálogo, incluso a las que no tienen territorio, personería y que se autodeterminaron hace pocos años, como la Fvta Xayen, precisamente en campos privados por donde pasará el gasoducto Kirchner.

El tema viene con mar de fondo porque dentro de las 63 comunidades mapuches reconocidas en la provincia, a través del Instituto Nacional de Asunto Indígenas (INAI), hay distintas visiones sobre la consulta y la representación mapuche.

El gobierno neuquino quiere tener el procedimiento legal antes de fin de año, pero la obra del gasoducto está desconectada de esta reglamentación. El Estado neuquino quiere poner, dentro del protocolo, plazos para la consulta “no vinculante” ante cualquier proyecto que afecte a las comunidades. Estableció un plazo de 30 días para que se abra ese mecanismo de participación a los pueblos originarios, por “sí” o por “no”.

Hacia adentro de las comunidades aún no está claro que ese plazo sea el que requieran, debido a los debates que tienen con las “autoridades filosóficas” que son las que analizan el impacto que tienen los proyectos dentro del territorio de los pueblos.

Mientras tanto, los pueblos alrededor de la zona hidrocarburífera más grande del país se preparan para otro boom de la actividad con la llegada de obreros para la construcción de una obra clave para la evacuación de shale gas, como es el gasoducto.

Se espera la llegada de cientos de obreros a San Patricio del Chañar, Añelo, Centenario y Neuquén, y esta situación preocupa a los intendentes por la escalada inmigratorio y temporal de la obra.

Se espera que la obra demande unos 10 mil puestos de trabajo de manera directa en toda la traza desde Tratayén hasta la ciudad bonaerense de Salliqueló. Solo en Neuquén hay una traza de 27,5 kilómetros pero la mayor parte del ducto pasa por otras provincias. Así, el tema mapuche por ahora no pone un freno a un proyecto estratégico.

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