Las provincias mantuvieron el espíritu de las empresas estatales
El exsubsecretario de Hidrocarburos de Nación y referente de los temas energéticos en el ámbito académico presentó un libro sobre las empresas públicas argentinas.
"Manual de empresas públicas en Argentina (1946-2020): De la centenaria YPF a las actuales SABIE (Sociedades Anónimas Bajo Injerencia Estatal)” es el nombre del libro que acaba de publicar la editorial de la Universidad Nacional de José Clemente Paz (UNPAZ), con la coordinación del exsubsecretario de Hidrocarburos de Nación y docente universitario, Juan José Carbajales.
“El libro profundiza sobre un modelo de empresas públicas que tiene tiene una raíz societaria que no está del todo definida en una norma que las englobe y que les permita saber cómo actuar”, describe Carbajales en diálogo con +e.
“Ese modelo de empresa presenta rasgos únicos; por un lado tiene una forma de empresa privada, una sociedad anónima típica del derecho comercial, pero por el otro lado su creador, su dueño, su accionista y quien gobierna la compañía es el Estado, sea nacional o provincial”, indica el académico que, además, en la Universidad de Buenos Aires (UBA) encabeza los temas energéticos en las carreras de Ciencias Sociales y de Derecho.
En ese sentido, Carbajales señala dos posturas históricamente marcadas para explicar a las empresas públicas. Por un lado, están los sectores que argumentan que deben cumplir con todos los estándares del derecho administrativo; y, por otro lado, los que dicen que son de derecho privado, que se desempeñan en un mercado, entonces no tienen que recibir directrices del Estado o una guía de tus planes de negocios, es decir que tienen que escindirse de las políticas públicas y buscar un lucro.
“En ese contexto, lo que intentamos hacer es buscar una diagonal que permita evitar las posiciones maximalistas para poder entender que las empresas públicas son un instrumento de articulación que tiene el Estado para la ejecución de las políticas sectoriales, tienen que cumplir de la mejor manera su objeto social, no deben olvidarse de la finalidad de interés público”, subraya Carbajales en el diálogo con este medio.
“Pero a la vez -aclara Carbajales-, por ser sociedades comerciales y por estar en juego, en muchos casos, dinero público, tienen que cumplir también con altos estándares de eficiencia, de integridad y de transparencia”.
¿Cuántas hay?
El libro se puede descargar gratuitamente en la web de la UNPAZ, tiene un prólogo de Jorge Lapeña, el presidente del Instituto Argentino de la Energía “Enrique Mosconi”, y un estudio preliminar de Fernando “Pino” Solanas escrito en pandemia.
El caso sobre YPF es al que más páginas se le ha dedicado (ver aparte) por su larga historia de cambios de gestión. Además, cuenta con un anexo en donde se analizan a las empresas provinciales estatales y se indica cuántas hay en todo el territorio.
Con 15 empresas, la provincia de Neuquén aparece como segunda en el ranking de distritos del país con mayor cantidad. Lo lidera La Rioja con 31 y en tercer lugar, se ubica Río Negro con 14.
El rol de las provincias
¿Qué características en común encontraron entre las empresas públicas de las provincias?, le preguntó +e a Carbajales. “Eso es un hallazgo del libro. Hay unas investigaciones de Manuel Yañez, que se llevaron adelante en la Facultad de Económicas de la UBA, en las que se hizo un relevamiento de las empresas en poder de las provincias. Llama la atención la cantidad de empresas que exiten”, apuntó el investigador y ex funcionario.
“Las privatizaciones de los 90 en algunos casos tuvieron como efecto la venta de unidades de negocio, el paquete accionario al sector privado, pero en otros casos, que son muchos, lo que sucedió fue una descentralización de sectores primordiales, como pueden ser el de Educación y el de la Salud. Es decir que se traspasó a las provincias estas compañías, y las provincias las recibieron, en muchos casos las mantuvieron, las cuidaron, fortalecieron, en algunos casos pasaron a la esfera municipal o incluso a la de gestión cooperativa”, se explayó.
“Las empresas siguieron cumpliendo con su rol; hoy tenemos, por ejemplo, distribuidoras eléctricas provinciales muy importantes o empresas hidrocarburíferas muy importantes, también en comunicación y en transporte”, remarcó Carbajales.
“Al mismo tiempo hay otros datos llamativos, que es que hasta la Ciudad de Buenos Aires tienen empresas públicas, cuyo ideario no pareciera reforzar la necesidad de este tipo de instrumentos en manos del Estado”, añadió.
> YPF: la historia de sus múltiples gestiones
“YPF es el caso que más hemos analizado por varias características”, destacó Juan José Carbajales. La petrolera va a cumplir 100 años en 2022, por lo que tiene varias “épocas” para estudiar en cuanto a gestión pública. “El hito es 1946 cuando se les da a las empresas estatales un régimen jurídico y comienzan tres décadas de auge hasta el 1973 de lo que se llamó el Estado empresario”, apuntó. Luego, con la “ola neoliberal” de los noventa “a la primera que le pega es a YPF porque se convierte en la sociedad anónima”. Siguió el manejo privado con menor participación estatal, a fines de los noventa compra Repsol todo el paquete accionario. En 2012 la expropiación le da un giro a la empresa, con la vuelta a la mayoría y liderazgo estatal.
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