Un acuerdo global en la OPEP+
Habrá recortes en la producción de petróleo para combatir la caída del valor del barril, que llegó a sus mínimos desde 2002.
Con la pandemia del coronavirus presente en todo el mundo, finalmente hubo acuerdo entre los mayores países productores de petróleo para ajustarse al ritmo a la baja de la demanda y sostener el precio del barril de crudo, en sus diferentes variantes, en un nivel que sea comercialmente viable para todos los países. Los desacuerdos tenían más que ver con una puja que involucraba a Arabia Saudita, Rusia y Estados Unidos.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados tuvieron una reunión por videoconferencia el jueves, donde acordaron un fuerte recorte de la producción en torno de los 10 millones de barriles por día.
Una de las graves consecuencias del coronavirus que se esparció por el mundo fue la caída del consumo de combustibles, por lo que esta es una crisis de la demanda que obliga a bajar el ritmo de bombeo.
La OPEP y sus aliados analizaron la posibilidad de un recorte récord a la producción de petróleo de 15 a 20 millones de barriles por día, que significa del 15% al 20% de los suministros mundiales. Para que este acuerdo prospere, Rusia espera que Estados Unidos se una con un fuerte recorte de su shale oil -sector que venía afectado por la caída del precio del crudo-.
Los precios del crudo tipo Brent alcanzaron un mínimo de 18 años el mes pasado y cotizaban esta semana a alrededor de 34 dólares por barril, la mitad de su nivel de fines de 2019. Esto significa un duro golpe a los presupuestos de las naciones productoras y a la industria de esquisto de Estados Unidos.
En la Argentina, el golpe llegó al mirar la cotización del petróleo del mar del Norte: YPF aplicó un recorte del 50% de su producción en Loma Campana, su área insignia en Vaca Muerta, y se espera que haya más reducciones con el correr de los días ante el faltante de demanda y capacidad instalada para el almacenamiento.
“Ese es un acuerdo global”, dijo una de las voces que estuvo en la videoconferencia de la OPEP junto a representantes de la Federación de Rusia y otros países. Este grupo, denominado OPEP+, quería que los países no miembros, como Estados Unidos, Canadá, Noruega y Brasil -este último invitado a convertirse en socio pleno del cartel petrolero-, contribuyeran con cinco millones de barriles por día al recorte general. De parte de la OPEP+ se agregarían al menos otros 10 a 12 millones de barriles diarios.
El secretario general de la OPEP, Mohammad Sanusi Barkindo, apuntó luego del encuentro junto a los países no miembros por videoconferencia, que el “COVID-19 es una bestia invisible que parece estar impactando todo a su paso”.
Barkindo indicó que todos los sectores de la economía están afectados por esta “situación sin precedentes”. En ese contexto, dijo que en marzo, la última vez que se reunía la OPEP+, el panorama era sombrío, pero no a la escala actual. En apenas unos días, la crisis ya afectaba a todo el mundo, primero con la pérdida de vidas y luego con la angustia del resto de la población ante la expansión del coronavirus.
“Los volúmenes de oferta excedentes esperados en el mercado, particularmente en el segundo trimestre del 2020, están más allá de lo que hemos visto antes”, manifestó el secretario general de la OPEP.
“Nuestra industria está sangrando. Nadie ha podido detener el sangrado. Ya estamos viendo algunas producciones cerradas, compañías que se declaran en bancarrota y se están perdiendo decenas de miles de empleos”, planteó el funcionario de la OPEP nacido en Nigeria.
Barkindo expresó que el problema actual es la capacidad logística de barcos, oleoductos y terminales de almacenaje y procesamiento de crudo. Toda esa infraestructura no alcanza. “No se trata solo del petróleo: la situación está afectando negativamente a todos los productos básicos, minerales, acciones y mercados financieros”, agregó.
“Todos los productores aquí, la OPEP, la OPEP+ y otras naciones productoras que se han encargado de unirse responsablemente a la reunión, deben recordar el grave desequilibrio del mercado 2014-2016. Fue cuando los productores de petróleo perdieron miles de millones de dólares en ingresos no percibidos”, señaló.
“Es imperativo que tomemos medidas urgentes. Es en todos nuestros intereses y también es en interés de los consumidores”, expresó Barkindo, y luego agregó: “Estos tiempos difíciles requieren flexibilidad y compromiso incomparables”.
El llamado del secretario general de la OPEP a los productores de petróleo fue sobre la base de que para el trimestre actual, “alrededor del 15% del consumo mundial de petróleo se ha evaporado, y este enorme desequilibrio del mercado debe abordarse con urgencia”.
-> Perfil. ¿Quién es el príncipe heredero de Arabia Saudita?
Mohammed bin Salman es el príncipe heredero de Arabia Saudita. Tiene apenas 35 años, pero está al frente de los acontecimiento más importantes de su país. Incluyendo el rol de Aramco, la petrolera estatal a la que ayudó para que cotice en la bolsa de Estados Unidos. Algunos lo ven como un reformista liberal y otros como un tirano. Esto último porque no ha cambiado la represión a los disidentes políticos. Aunque él dice que desconocía el plan, se lo ha vinculado con el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, un crítico del régimen, secuestrado y roturado en Turquía.
Pero en otro lado del príncipe heredero, lleva adelante un plan llamado Visión 2030 para abrir Arabia Saudita al mundo y dejar de ser dependiente del petróleo. Promovió la mezcla de hombres y mujeres en espacios públicos, inauguró el primer shopping y el levantamiento de medidas anacrónicas como la prohibición a las mujeres de conducir vehículos.
El príncipe heredero dio la luz verde para el arranque de salida a la bolsa de la petrolera estatal Aramco. De este modo, la compañía se convirtió en una de las ofertas de mayor valor en los mercados, incluso más que empresas de tecnología como Microsoft y Apple.
Su hermano es el ministro de Energía, Abdulaziz bin Slman. “Todo lo que es grave necesita ser atendido”, dijo en un diálogo con periodistas, y agregó que estaba confiado en que cada miembro del grupo OPEP+ es responsable de que se tomen acciones prudentes frente al COVID-19. Arabia Saudita se mostró, en principio, a favor de aplicar más recortes de producción. El desacuerdo con Rusia llevó a la guerra de precios que hundió el valor del barril.
Curiosamente, en noviembre, el heredero y Vladimir Putin protagonizaron en la reunión del G20, celebrada en Buenos Aires, un informal saludo y se hicieron bromas antes de iniciar la cumbre. La polémica fue en torno a que ambos países están señalados en el asesinato del periodista y hasta de hackear los teléfonos de Jeff Bezos, el CEO de Amazon y propietario del Washington Post.
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