Impuesto a los combustibles: cuánto será la nueva suba
Con un ajuste simbólico del 1%, el Gobierno sostiene la política de congelamiento para no alimentar la inflación y perjudica sus ingresos por este canal.
El congelamiento del impuesto a los combustibles no respetó el mes prometido y empieza a volverse una política crónica para contener la inflación como sucedió en el Gobierno de Alberto Fernández. En este caso, luego de patear los ajustes de mayo, el Poder Ejecutivo autorizó un ajuste mínimo que incrementa la brecha del atraso.
De los 154 pesos por litro que debían actualizarse en naftas en las zonas no exentas, según los cálculos de la consultora Economía & Energía, se trasladarán apenas unos 10,12 pesos y en gasoil serán 8,24 pesos por litro. Para las zonas exentas como la Patagonia, en tanto, no corresponde ningún ajuste por nafta y solamente 4,46 pesos por litro en gasoil.
En consecuencia, del total de inflación acumulada en el último trimestre del 2023 y el primero del 2024, se tomará menos del 6,5% de la correspondiente. De esta manera, el Estado resigna una importante recaudación con tal de calmar los ánimos sociales.
Se consolida el atraso de precios
Fuentes oficiales indicaron a +e que la actualización se irá manejando progresivamente a medida que se logre bajar la inflación. El problema es que, como se vio en la administración anterior, una vez que el atraso se vuelve muy importante, resulta sumamente costoso corregirlo de golpe cuando se acumulan varios trimestres.
Cabe recordar que en 2023 el Tesoro se perdió de recaudar casi 3.000 millones de dólares en impuestos y, desde que inició los congelamientos, resignó unos 5.000 millones.
Más allá del componente impositivo, que implicará una suba en torno al 1,1% desde el 1 de junio, los combustibles podrían llegar a aumentar entre un 3 y un 5% adicional. Un 2% por la suba mensual del dólar, un 1% por el incremento del bioetanol y queda la incógnita de cuánto se trasladará por la brecha con el barril internacional que, en la Secretaría de Energía, sostienen que se ubica entre un 15% y un 20%.
Se desploman las ventas
La venta de combustibles en abril fue la más baja en 34 meses, tras un retroceso de 13,7%, el más fuerte en tres años y medio, según un estudio privado. La caída tiene origen en la recesión económica interna, pero además en la baja que se produjo en las zonas limítrofes por la suba del precio de los combustibles.
El presidente, Javier Milei, dijo en las últimas horas que la actividad económica había tocado piso en marzo y abril y aseguró que ya comenzaron a observarse signos de reactivación.
De acuerdo al trabajo de la consultora Politikón Chaco, en abril se comercializaron 1.296.255 metros cúbicos de combustible al público, entre naftas y gasoil.
“Se trata del volumen de ventas más bajos de los últimos 34 meses: hay que remontarse a junio 2021 (con 1.157.630 metros cúbicos comercializados) para ver un número menor”, precisó el informe.
Añadió que “en la comparación contra abril de 2023, las ventas de combustible mostraron un retroceso del 13,7%, siendo ese el descenso más fuerte de los últimos 41 meses y el quinto mes consecutivo con ese resultado; respecto al mes previo (marzo 2024) las ventas descendieron 6,9%”.
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