Brasil se convertirá en el cuarto productor de petróleo
Las grandes reservas y el aumento de la actividad permitirán que Brasil sea una de las grandes potencias hidrocarburíferas.
Durante casi dos décadas, Brasil ha cosechado enormes beneficios económicos gracias a un enorme auge petrolero que se inició con el primer descubrimiento de presal en aguas ultraprofundas en 2006.
El boom estuvo a punto de derrumbarse cuando Petrobras acumuló una deuda tan grande que casi la obligaron a declararse en quiebra. Desde entonces, las reformas y la racionalización del sector, unidas a la subida de los precios del petróleo, han revitalizado el enorme auge de los combustibles fósiles.
La Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) de Brasil informó de que la producción de petróleo del país está aumentando de forma constante, lo que proyecta que el país se convierta en el cuarto mayor productor de petróleo del mundo.
Los datos de la ANP, muestran que, para abril de 2023, el país bombeó una media de 3,1 millones de barriles de petróleo al día (bpd). Esta cifra es casi un 1% superior a la del mes anterior y un 5% superior en términos interanuales.
La producción total de hidrocarburos en abril de 2023 ascendió a algo más de 4 millones de barriles equivalentes de petróleo al día, un 1,1% más que un mes antes y un 4,4% más que un año antes. Estas cifras representan una modesta recuperación tras el desplome de marzo de 2023 debido a la creciente preocupación de la industria por la posibilidad de que el presidente Lula da Silva adopte un enfoque más intervencionista en la industria petrolera brasileña.
Ese crecimiento indica que Brasil posee el potencial para convertirse en el cuarto mayor productor de petróleo del mundo, especialmente cuando se prevé que en 2023 el país añada 300.000 bpd, llevando la producción a 3,4 millones de bpd a finales de año.
Durante 2022, Brasil ocupó el noveno puesto mundial por producción de petróleo, por delante de Kuwait y por detrás de Irán, levantando una media de algo más de 3 millones de bpd.
El Ministerio de Energía de Brasil prevé que el país bombeará 5,4 millones de barriles de petróleo diarios en 2029, un 80% más que los 3 millones de bpd extraídos diariamente en 2022. El constante crecimiento interanual de la producción de hidrocarburos indica que Brasil posee realmente el potencial para ampliar la producción y convertirse en el cuarto mayor productor de petróleo del mundo.
Las reservas de Brasil
Otro aspecto clave que apoyará esos planes son las abundantes reservas de hidrocarburos de Brasil. Según la ANP, a finales de 2022, el país poseía reservas probadas o 1P de petróleo por un total de 14.900 millones de barriles, de los cuales el 77% estaban clasificados como presal.
También hay 21.900 millones de barriles de reservas probadas y posibles o 2P y 27.000 millones de barriles de reservas 3P, conocidas como reservas probadas posibles y probables.
Esto ilustra que Brasil posee un considerable potencial de hidrocarburos y las reservas necesarias para soportar un aumento significativo de la producción de petróleo.
Esas reservas seguirán creciendo a medida que la perforación de exploración y desarrollo gane impulso, con el Baker Hughes International Rig Count mostrando 17 plataformas activas a finales de mayo de 2023 en comparación con 11 un año antes.
Este enorme salto en la producción de petróleo se verá impulsado por la expansión de la producción de petróleo presal, que el Ministerio de Energía de Brasil cree que acabará siendo responsable del 80% de la producción de hidrocarburos del país, frente al 77% actual.
Para que esto ocurra, debe haber un aumento significativo de la producción, que sólo puede producirse si la inversión en energía y la perforación aumentan sustancialmente.
El Ministerio de Energía espera estimularlo mediante un plan denominado Programa Potencializa E&P, cuyos principales principios son fomentar la inversión en las cuencas petrolíferas fronterizas, comercialmente marginales y maduras. La agencia de noticias Reuters señala que las pequeñas y medianas empresas energéticas tienen previsto invertir 7.700 millones de dólares en operaciones en tierra firme de aquí a 2029.
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