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Las dos empresas energéticas que están más cerca de su privatización

El Gobierno acelera para concretar las primeras dos ventas de compañías públicas al sector privado.

En las próximas horas puede haber novedades con dos firmas del sector energético que están en la mira de la privatización. La primera de ellas es Impsa, donde la Legislatura de Mendoza decidirá si aprueba el proyecto para desprenderse del 21% de la compañía.

Todo indica que los números avalan la propuesta del oficialismo mendocino que, de este modo, dejará allanado el camino para que el Gobierno Nacional haga lo propio con el 63,7% que tiene de la empresa luego de lograr el aval del Congreso Nacional mediante la Ley Bases.

La principal interesada en quedarse con Impsa es Arc Energy, una firma estadounidense que se espera que presente una oferta formal por el total de la compañía el próximo lunes. El importe no sería relevante, rondaría unos 30 millones de dólares, pero le ahorraría al Estado la pérdida operativa de 2,5 millones de dólares por mes.

Nación quiere privatizar Enarsa

La segunda empresa a privatizar sería Enarsa, aunque solamente una parte de la misma ya que la actividad de importación de gas y GNL deja una fuerte pérdida que no genera ningún atractivo para los capitales privados.

Lo que sí se buscaría vender son las participaciones accionarias de Enarsa en centrales termoeléctricas, parques eólicos y en Transener. Ya a mediano plazo, si se logra llegar al escenario de tarifa plena con el que sueña el Gobierno, la importación de combustible podría ser asignada al mercado así el Estado también se desprende de esa actividad.

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Nación piensa vender las participaciones accionarias de Enarsa en centrales termoeléctricas.

Nación piensa vender las participaciones accionarias de Enarsa en centrales termoeléctricas.

“Las distribuidoras deberían licitar su abastecimiento de gas en el mercado y Enarsa debería retirarse. Así como hoy CAMMESA se retira, Enarsa podrá funcionar en una transición y después retirarse”, explicaron a +e desde el Gobierno.

“Ahí es donde tiene que venir un marco regulatorio que diga cómo eso debería funcionar. Yo me imagino que en esa línea ese volumen tiene que venir para satisfacer la demanda prioritaria que tengan las distribuidoras y las generadoras que no entraron sobre todo en el Plan Gas, que le falta gas por contrato. El resto va a parar a generadoras vía CAMMESA. A futuro se debería operar igual, pero con actores privados”, agregaron.

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