El plan de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires para subirse al boom minero
Las principales provincias industriales y agrícolas del país buscan transformarse en socios estratégicos como proveedoras de las productoras mineras.
Nadie se quiere quedar afuera del boom de la minería argentina. Tal es así que distritos como Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires desarrollaron un plan para convertirse en socios estratégicos proveedores de bienes y servicios de las provincias mineras.
Los tres gigantes económicos del país estuvieron presentes en la Arminera 2025 en un panel donde explicaron cómo buscan integrarse en la cadena de producción en una alianza con las provincias más importantes en cobre, litio y otros minerales estratégicos.
La mirada de Córdoba
“Córdoba está preparada en el desafío de acompañar a la minería. Tiene una expertiz industrial desde hace muchos años, tiene una producción minera de 24 millones de toneladas anuales. Eso implica que no solo hay q extraer el mineral sino industrializarlo, exportarlo. Una manera es la creación de clúster de minería. Eso nos permitió la sustitución de importaciones y acompañó las diversas etapas mineras”, explicó Gustavo Caranta, secretario de Minería del distrito mediterráneo.
Como enviada del gobernador Axel Kicillof estuvo la subsecretaria minera, Laura Delgado, quién empezó dejando en claro que, aunque no se la suela asociar, Buenos Aires fue históricamente una de las provincias más relevantes en esta actividad.
“Fuimos la principal provincia minera del país antes de Veladero (proyecto de oro en San Juan). Tenemos a dos de las más grandes cementeras de América Latina, somos una de las provincias que produce más áridos, nos caracterizamos por producir materiales dedicados principalmente a la construcción. Además, tenemos proyectos en carbón, en hierro y tierras raras”, reveló.
La clave para el futuro
Finalmente, Gustavo Puccini, ministro de Desarrollo Productivo de Santa Fe fue quién hizo más hincapié en este intento de convertirse en un proveedor minero, algo que indicó que ya está sucediendo con ejemplos concretos.
“Una empresa dedicada al agro encontró una oportunidad en sustituir importaciones en piletas de lodo que venían de Canadá y Estados Unidos. Ahora empezaron a producir módulos habitacionales en serie. Pasó a tener de casi nada a 140 empleados. Esa es la capacidad de adaptación que queremos”, contó.
“Santa Fe no tiene cordillera, pero tiene todo lo necesario para el desarrollo minero. Tiene empresas, servicios, talento y logística. Tiene una matriz productiva muy diversa. Todo estaba enfocado al agro, pero hay un empresariado con adaptación al cambio para abastecer de insumos, bienes, servicios y también desde lo portuario. Hoy Rosario es el segundo polo agroexportador del mundo, pero hay que hacer obras de infraestructura”, agregó.
En relación a ese tema, afirmó que a partir de un crédito de 150 millones de dólares con la CAF, “hemos hecho un plan propio para hacer 10 obras para mejorar los accesos portuarios y hace más de 12 años existe un clúster conformado por más de 300 empresas de distintos rubros que brindan servicios a la minería”.
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