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Chile, pica puntero en la exploración de litio con la UE

Chile y la Unión Europea firmaron un memorandun de entendimiento para profundizar la cooperación en el campo de las cadenas de valor de minerales sostenibles.

Bolivia, Chile y Argentina comparten el codiciado "triángulo del litio" que contiene la mayor reserva mundial de ese mineral. Pero mientras, a comienzos de la década de 2020, Chile explotaba 140.000 toneladas anuales de litio, Argentina registraba 33.000 y Bolivia, 600.

Hay grandes diferencias en los esquemas productivos de los tres países y esas diferencias se trasladan a las redes comerciales que diseñaron sus gobiernos.

Hace unos meses Chile firmó con la Unión Europea (UE) un acuerdo de asociación con tratado específico para materias primas y, desde el Viejo Continente, afirman que está próximo a ser implementado. Repasemos el caso chileno, que resalta como una suerte de hoja de ruta regional en materia de minería y comercio internacional.

Un caso que funciona

Hace meses, la UE y Chile firmaron un memorandun de entendimiento (MoU) para profundizar la cooperación en el campo de las cadenas de valor de materias primas sostenibles que son necesarias para la energía limpia y la transición digital de ambos socios.

En esos días, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo: "Tenemos ideas afines, compartimos los mismos valores y somos socios elegidos para convertirnos en actores globales clave en la energía limpia y la transición digital".

Uno de los principales ejes del acuerdo es la cooperación en materia de investigación e innovación a lo largo de la cadena de valor de las materias primas y la minimización de la huella medioambiental y climática.

Esa hoja de ruta, que según fuentes europeas estaría lista para ser implementada, prevé cooperación técnica entre servicios geológicos, investigaciones conjuntas, así como la adecuación de los marcos regulatorios para la conducta empresarial responsable y la gobernanza de la gestión del agua.

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Vista general del proyecto de litio de Albemarle en Atacama, Chile. REUTERS/Ivan Alvarado

Vista general del proyecto de litio de Albemarle en Atacama, Chile. REUTERS/Ivan Alvarado

De larga data

En lo que respecta a la UE, hay que decir que entre Chile y el bloque mantienen una relación intensa de inversión y comercial que se forjó a lo largo de más de 20 años.

Como parte de esa estrategia comercial y de cara a un escenario de alta competencia por los minerales críticos de la transición, en estos días se conoció que el acuerdo modernizado de asociación entre la UE y Chile se aprobaba en el Parlamento Europeo, con su capítulo de energías y su memorándum de entendimiento sobre materias primas críticas.

Según un documento difundido por la Comisión Europea, “unos vínculos económicos más estrechos entre la UE y Chile permitirán a ambas partes diversificar y reforzar su seguridad económica, aumentando al mismo tiempo las oportunidades para las exportaciones y las inversiones. Unas mejores condiciones de acceso y la inversión sostenible en materias primas fundamentales, como el litio, contribuirán a impulsar nuestra ambición común de lograr una transición ecológica”.

En este contexto, vale agregar que el acuerdo profundiza las relaciones comerciales y de inversión entre la UE y Chile. Los vínculos ya son sólidos y Europa espera que haya un mayor acceso a las materias primas y a los combustibles limpios esenciales para la transición a la economía verde, como el litio, el cobre y el hidrógeno.

Un marco de inversiones

La carrera por la extracción del litio se escribe con mayúscula en el Viejo Continente en el marco del “Global Gateway”. ¿De qué hablamos cuando hablamos de este paraguas? Se trata de una iniciativa de la Comisión Europea lanzada allá por diciembre de 2021. El objetivo es invertir una suma de hasta 300.000 millones de euros en los sectores digital, energético y de transporte en el período 2021-2027 y fortalecer los sistemas de salud, educación e investigación en países emergentes y en desarrollo y a nivel mundial.

Entre las 34 materias primas críticas identificadas, el litio, el cobalto, el cobre y el níquel van a la cabeza. La producción, el almacenamiento y el transporte del hidrógeno verde están también entre los proyectos insignias de este marco de inversiones.

Tal como planteamos al comienzo, Bolivia, Chile y Argentina tienen una reserva monumental, la carrera por los recursos ya comenzó, y desde el otro lado de la cordillera están mirando el día después de mañana y ya pisan fuerte en el mercado europeo.

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