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CAME: "Nos llegan reclamos dramáticos de importadores"

El análisis de José Luis Lopetegui, director de Comercio Exterior de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Desde el 17 de octubre el comercio exterior se está adaptando al nuevo Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y en distintos sectores de la economía han levantado una bandera de alerta sobre su impacto que tiene en el flujo de insumos que requiere la industria para que la rueda siga rodando. Se supone que las importaciones de Vaca Muerta tienen ritmos más aceitados pero, ¿eso es realmente así?

“Hay situaciones que el gobierno quizá no le está dando la misma relevancia que nosotros. Nos llegan reclamos dramáticos de importadores que nos dicen que tienen que cerrar si no pueden pagar al exterior o que tienen que suspender personal porque no tienen para producir”, dijo José Luis Lopetegui, director de Comercio Exterior de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en diálogo con Realidad Económica (LU5).

- Hace más de un mes convivimos con el SIRA y hay muchos sectores que levantan banderas de alerta…

Si, esto lo vivimos todos, lo sufrimos todos. Cuando alguien habla del comercio exterior como algo de especialistas no es real porque nos afecta a todos. La interconexión que tenemos con el mundo, no solo nosotros sino todos los países, hace que no haya producto argentino que no requiera algo importado. No es solo insumos que se usan para producir sino también las maquinarias que se usan, que tienen componentes importados. Uno no puede descuidar el comercio exterior porque es el termómetro en un país, el PBI tiene que ver con lo que uno produce, puede vender y necesita comprar. Hoy estamos sufriendo una administración del comercio y de las divisas que es muy complicada.

El gobierno ha juntado en el SIRA las licencias no automáticas y automáticas con la restricción de divisas del Banco Central. Hoy todo se junta en este formato. El gobierno saca una SIRA, la acepta y pone la fecha en que se puede girar al exterior, no hay pagos anticipados salvo algunas excepciones como productos de lucha contra el Covid, elementos para fabricación de medicamentos. Son muy escasas las excepciones y todo el resto tiene que luchar con el proveedor para que entienda la situación del comprador argentino, no podemos pagar anticipado, las pymes pagan a 60 días, las empresas grandes a 180 días o más. Hay situaciones que el gobierno quizá no le está dando la misma relevancia que nosotros. Nos llegan reclamos dramáticos de importadores que nos dicen que tienen que cerrar si no pueden pagar al exterior o que tienen que suspender personal porque no tienen para producir.

- Cuando lo plantean al gobierno, ¿Qué respuesta obtienen?

Desde la CAME hemos llegado a un acuerdo para juntar las necesidades que tienen los importadores con sus SIRA para acercarlas a la secretaría de Comercio para que pueda evaluarlas con mayor celeridad. Están saliendo pero eso no significa que se pueda pagar al exterior, ese es el meollo de la cuestión. Al no poder pagar al exterior anticipadamente, los proveedores no mandan mercadería. Las grandes empresas que tienen filiales o cuentas en el exterior, pagan y la mercadería llega. Las pymes no pueden, las pymes no tienen espalda. No se estoquean, que es uno de los argumentos del gobierno. Esto empezó a sentirse en mayo-junio, empeoró en julio-agosto y hoy hay empresas que están sintiendo mucho la imposibilidad de pagar por anticipado.

- El agro y el sector de hidrocarburos aparecen como los capaces de generar divisas y también están pasando por esto…

Eso es lo que le hacemos notar al gobierno. Hay gente que ha ganado licitaciones y que tiene que trabajar para lo cual necesita importar y no se puede. No es que haya prohibido pero en algunos casos la licencia se demora y no se puede pagar anticipado. Los bienes de capital pueden pagarse en algunos casos, si es para energía puede anticiparse hasta un 30% y un 80% al momento del embarque. El resto de las empresas no puede pagar anticipadamente y la realidad es que los proveedores no empiezan a fabricar una máquina si no hay un anticipo.

Entonces, uno se encuentra con que tiene un negocio, tiene un contrato y no lo puede cumplir. No se puede pensar en vender sin comprar, un país no puede vivir sin importar. Uno puede entender que la guerra, el aumento de la energía y demás nos sacaron los pocos dólares que teníamos y hay que administrarlos pero les hemos pedido que administren de forma tal que las pymes no sufran, no pueden soportar dos o tres meses sin insumos. Uno está llegando al límite, uno compra y no se estoquea.

- ¿Hay un número de escasez? Se decía que 10.000 millones de dólares en contra…

Puede ser. En combustible, Argentina importa unos 800 millones de dólares mensuales y en abril-junio se empezó a subir por los precios y llegó a pagar 2.400 millones de dólares en un mes. En invierno lo sufrimos y hoy hay un poco más de reservas por el apriete a las importaciones y porque estamos comprando menos combustible. Esto nos shockeó, Argentina está viviendo una crisis de reservas muy importante. El gobierno tiene que administrar pero le pedimos que a las pymes las tengan que tratar de otra manera, somos más vulnerables y cuando se caen, son 5 o 10 familias que la pasan mal.

Tenemos un problema y también tiene que ver con el tipo de cambio. Si las exportaciones las pagan a un dólar de 150/160 y las importaciones empiezan a cotizar con el CCL, con el MEP o con el Blue… Tengo que comprar al que pudo importar y se comercializa al precio que quiere.

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