Vaca Muerta: Logros y desafíos del shale gas
El incremento de la producción de gas no convencional en el último año y medio obligó a acelerar las obras de transporte.
Vaca Muerta viene de varios éxitos de producción, tanto de petróleo como de gas, gracias a su geología de clase mundial y a una curva de aprendizaje de la industria de una década que se ubica al mismo nivel que Estados Unidos. Mes a mes, alcanza registros históricos que ponen al sistema de transporte al límite. Un ejemplo se vivió en junio cuando se llegó a una producción de gas de 90,18 millones de metros cúbicos por día, una suba del 20,79% con respecto a junio de 2021, del 3,21% en comparación con mayo último.
El potencial de Vaca Muerta permite que existan áreas pendientes a desarrollarse en materia de gas. Sin embargo, el gran cuello de botella es la falta de transporte. “No hace falta un gasoducto, sino cinco gasoductos”, destacó Omar Gutiérrez, gobernador de Neuquén, con relación a las obras de infraestructura que necesita la región debido a su crecimiento en el último año y medio.
El gasoducto que se viene
En este sentido, el proyecto del gasoducto Néstor Kirchner avanza en busca de alcanzar el autoabastecimiento energético y el ingreso de nuevas divisas. El ducto tendrá una extensión de 573 kilómetros entre la localidad neuquina de Tratayén y Salliqueló, en el oeste de la provincia de Buenos Aires, atravesando Río Negro y La Pampa.
El proyecto también incluye obras complementarias como el gasoducto Mercedes-Cardales y el loop del gasoducto Neuba II, totalizando así 680 kilómetros de cañerías en la Etapa I.
Esta obra de infraestructura permitirá ampliar un 25% la capacidad del sistema de transporte de gas natural argentino y será fundamental para el desarrollo de la producción en Vaca Muerta.
De acuerdo con fuentes oficiales, para el invierno de 2023, antes de la ejecución de las obras de compresión previstas para este segmento, el gasoducto ya aportará 11.000.000 m3/día de nueva capacidad.
Además, el ministro de Economía, Sergio Massa, aseguró que se licitará el segundo tramo del proyecto con fondos privados. Esta parte tiene prevista una extensión de 467 kilómetros, que permitirá llegar con gas natural a la localidad de San Jerónimo, en el sur de la provincia de Santa Fe, sumando otros 17 millones de m3/día y abriendo la posibilidad de abastecer a grandes ejes urbanos e industrias del centro y norte del país, como también la oportunidad de exportar excedentes a Brasil.
Exportar GNL
Otro de los proyectos en carpeta para aprovechar el potencial de Vaca Muerta es la construcción de una planta de gas natural licuado (GNL).
Tanto Río Negro como Buenos Aires se anotaron como sedes. Sin embargo, la administración de Arabela Carreras saca una pequeña luz de ventaja. Es que tanto su par de Neuquén como el presidente de YPF, Pablo González, consideraron que es factible avanzar en ese desarrollo en Río Negro.
Antes de renunciar al Palacio de Hacienda, Martín Guzmán reiteró la necesidad de que el país se convierta en exportador de GNL. “Hay varios proyectos en el país y uno lo tiene YPF, que está desarrollando hace dos años y tiene que terminar de completar la ingeniería”, explicó el conductor de la empresa de mayoría estatal, y destacó “la posibilidad de terminar con la matriz importadora del invierno viene de la mano del aprovechamiento de Vaca Muerta y entre otras alternativas de la exportación de GNL”.
Panorama similar para el shale oil
La producción de petróleo en Neuquén durante el mes de junio alcanzó un promedio diario de 267.739 barriles, con una variación interanual positiva del 38,36%. El no convencional significa el 88% de la actividad neuquina.
Si bien todavía tiene un margen para continuar en alza, el crudo requiere de un oleoducto paralelo para llevar la producción hacia Puerto Rosales. Además, en 2023 estaría a pleno el cruce hacia Chile a través del ducto de Otasa.
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