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Qué se sabe de los sismos

Vaca Muerta tembló a principio de este mes, pero esta vez sin una gran actividad petrolera. Especialistas sostienen que la zona tiene eventos naturales a pesar de la hidrofractura.

Los sismos volvieron a la mirada crítica de los ambientalistas y vecinos de Sauzal Bonito, cerca de Añelo, tras la seguidilla de eventos ocurrida a principios de mes, donde una operadora suspendió las actividades por unos días para evaluar la situación.

Pero esta vez la seguidilla de movimientos (fueron 16 en la primera semana del mes) ocurrió cuando casi no había actividad en Vaca Muerta: las etapas de fractura habían bajado prácticamente a cero. En mayo solo se ejecutaron 28 etapas, de las cuales 27 fueron en el área Coirón Amargo Sureste (CASO) y otra en Bajada del Añelo, en pleno tránsito de uno de los momentos con menor actividad en los últimos años.

Para los especialistas de más experiencia en el país sobre trabajos sismográficos en las zonas hidrocarburíferas, el polígono en los alrededores de Añelo tiene una actividad sísmica natural, más allá de que se registre o no actividad en la industria.

Silvia Barredo es doctora en Ciencias Geológicas y tiene una vasta experiencia en el análisis de estructuras geológicas en el contexto de la actividad hidrocarburífera, no solo en Argentina sino en otros países como Venezuela, donde los eventos sísmicos conviven a diario con la perforación.

“El problema radica en que no hay certeza ni forma de asociar, ni de Argentina ni a nivel mundial, un sismo determinado con la operación de fractura como disparador. La realidad es que los números, por especialista a nivel mundial no permiten hacer una asociación directa. Lo importante es que lo que pasó la semana pasada hubo una sismicidad natural para la zona y no hubo operaciones de fracking de importancia”, sostuvo la especialista en diálogo con +e.

Indicó, además, que tanto el Instituto Nacional de Previsión Sísmica (Inpres) como el Conicet y el Instituto Argentino del Gas y Petróleo (IAPG) hacen un monitoreo constante de la zona donde se desatan eventos sísmicos todo el tiempo que son imperceptibles para la experiencia humana.

Hubo referencia también a que Neuquén está atravesada, de este a oeste (desde Centenario hasta Añelo y el centro de la provincia), por una estructura geológica como la dorsal de Huncul, que posee capas que están en movimiento, por una falla. Sin embargo, analizó como improbable que la energía que despiden las actividades de hidrofractura tengan la magnitud como para activar alguna de estas fallas geológicas.

“En la zona de Sauzal Bonito, hay un montón de fallas geológicas y cada una tiene asignada una sismicidad. Todos los valores están entre 1,3 y hasta 4,9 (en la escala de Richter) y con profundidades mayores a 10 kilómetros, pero que tienen que ver con lo geológico, no con actividades de las empresas”, indicó Barredo.

Sostuvo que hay un estudio permanente de la zona y que los eventos que se reportan en materia de energía no alcanzan a tener el grado de “microsismos”. Agregó que las vibraciones que se producen por el movimiento de la actividad (tránsito de camiones, operaciones en los yacimientos) liberan menos energía que el paso del tren en algunas zonas de Buenos Aires, donde los vecinos conviven con el movimiento cíclico en sus viviendas.

“Escribo trabajos científicos y soy revisora de trabajos internacionales, y no he leído ningún trabajo que asegure que tal falla geológica se haya activado por una actividad de fracking, no se ha podido”, concluyó.

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