El FMI destacó el impacto del cambio climático en Argentina
Destacó que la crisis financiera se agravó por la feroz sequía que ha reducido las exportaciones agrícolas en unos 20.000 millones de dólares.
Por Andrea Shalal WASHINGTON (Reuters) - El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó hoy a coordinar mejor los esfuerzos para hacer frente a las causas del cambio climático, advirtiendo de que las condiciones meteorológicas extremas plantean riesgos importantes para los países de todo el mundo, especialmente para las economías en desarrollo, ya de por sí muy endeudadas.
El Economista Jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, afirmó que el caso de Argentina, que ha sufrido una prolongada crisis financiera agravada por una feroz sequía que ha reducido las exportaciones agrícolas en unos 20.000 millones de dólares este año, muestra hasta qué punto los fenómenos meteorológicos pueden exacerbar las tensiones existentes.
Argentina fijó ayer nuevos tipos de cambio más débiles en relación con la cotización, mientras se apresuraba a alcanzar un acuerdo con el FMI y adelantar miles de millones de dólares en desembolsos de su programa de 44.000 millones de dólares.
Algunos países estaban encontrando "muy, muy difícil" mantener el acceso al mercado en el entorno actual, con los tipos de interés y los costes del servicio de la deuda subiendo, dijo Gourinchas en una entrevista con Reuters sobre las actualizaciones de las perspectivas globales del FMI.
La entidad financiera mundial elevó ligeramente el martes sus estimaciones de crecimiento mundial para 2023, pero advirtió de que el bajo crecimiento de la productividad y la atonía del comercio significaban que el crecimiento probablemente se estabilizaría en torno a un históricamente bajo 3,0% durante años.
Una gran preocupación, dijo, fue la desaceleración del ritmo al que los países en desarrollo están alcanzando a las economías avanzadas, y su exposición a un mayor riesgo en caso de volatilidad del mercado financiero que podría impulsar aún más el valor del dólar estadounidense.
"En el caso de Argentina, es evidente que una cosa que no ayuda en este momento a las perspectivas de crecimiento es que se enfrentan a una grave sequía que está afectando a la producción agrícola", dijo Gourinchas. "Cuando estás en una situación que es fiscalmente frágil para empezar, en la que no tienes mucho margen, y recibes malas noticias... entonces, por supuesto, la situación se vuelve más difícil".
Gourinchas afirmó que los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor que afectan a Europa y otras regiones, y el patrón meteorológico de El Niño de este año, que podría provocar fuertes lluvias o temperaturas, afectarían al rendimiento de las cosechas y a la capacidad de trabajo de la población.
"Es evidente que esta creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos (...) hace especialmente urgente que atajemos la causa profunda del cambio climático", afirmó. "Hay que hacer más".
IMPACTOS DE LA GUERRA
Gourinchas dijo que cualquier fragmentación de la economía mundial en bloques dispares como resultado de la guerra de Rusia en Ucrania sería perturbadora, pero golpearía con especial dureza a las economías de mercados emergentes y en desarrollo.
"Necesitamos un enfoque multilateral del clima que sólo puede abordarse en un sentido global, asegurándonos de que todos los países realizan un esfuerzo proporcional a sus responsabilidades y a sus medios", afirmó, aunque admitió que alcanzar ese objetivo sería complicado.
Gourinchas dijo que las economías de mercado emergentes también se enfrentan a un riesgo "bastante serio" de perturbaciones causadas por una mayor volatilidad de los mercados financieros, o una escalada de la guerra de Rusia en Ucrania.
"Si se produce una fuerte apreciación del dólar, un endurecimiento de las condiciones financieras, una caída del apetito por el riesgo... todo ello podría ser devastador y repercutir en muchos mercados emergentes", afirmó.
El mes pasado, el FMI anunció que había alcanzado su objetivo de poner 100.000 millones de dólares en derechos especiales de giro -la moneda de reserva especial del Fondo- a disposición de los países vulnerables.
Pero los países ricos aún no han cumplido su promesa de movilizar 100.000 millones de dólares al año para la lucha contra el cambio climático, uno de los principales escollos en las negociaciones mundiales sobre el clima.
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