Offshore: entre expectativas y una maraña legal

En el marco de la AOG Expo 2023, la secretaria de Energía, Flavia Royon, no ahorró elogios para el proyecto Argerich, que está en el mar Argentino a más de 300 kilómetros de Mar del Plata. Según la funcionaria, representa un hallazgo que puede modificar la historia del país “con un impacto productivo similar al de Vaca Muerta”. “Significaría más puestos de trabajo y duplicaría la producción actual de hidrocarburos con una expectativa a futuro de exportaciones incrementales de más del 30%”, señaló.

Royón se sumó a un debate caliente en el mundillo de los hidrocarburos: la explotación offshore en el mar Argentino. Más allá del debate por esta explotación puntual, lo cierto es que el mar Argentino no es un escenario nuevo en la historia de los hidrocarburos del país. “En la Cuenca Norte estamos en una etapa exploratoria, pero recordemos que el offshore en la Argentina tiene más de 40 años de actividad, el 17% de nuestro gas proviene de la Cuenca Austral (proyecto Fénix en Santa Cruz, Tierra del Fuego y Estado nacional), así que no es una actividad nueva para la Argentina”, había dicho Royón.

Por su parte, esta semana, la consultora Verónica Tito disertó en el webinar “Offshore en Argentina. Marco legal, oportunidades y desafíos”, organizado por MEGSA, y coincidió con Royón: “Es muy importante el aporte que hace el offshore de la Cuenca Austral, única en producción, al abastecimiento nacional de hidrocarburos. En 2022, la producción costa afuera fue de 7246 barriles de petróleo y 20,18 millones de m3 de gas”.

“Hubo mucha actividad en el mar Argentino en materia de exploración de hidrocarburos a lo largo de la historia. Se han perforado más de 300 pozos y la mayoría está focalizado en lo que es la Cuenca Austral. También en materia de sísmicas se lleva adelante mucha actividad sin reportes de contingencia ambientales”, dijo. Y recordó: “En sísmica se desarrolló en un total de 400.000 km en cuanto a las técnicas 2D y de 29.000 km2 en cuanto a sísmica 3D, hubo mucha actividad sísmica entre el 2017 y el 2021”.

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“Esta actividad no es nueva. Si bien cobró visibilidad a partir del 2021, la actividad lleva en Argentina muchos años. En la actualidad, tiene desarrollo en producción de la actividad en la Cuenca Austral, la única en esta situación; y, además, actividades de reconocimiento superficial (son permisos otorgados que no se están llevando a cabo); y actividad futura de protección sísmica y perforación entre fin de este año y principio de 2024”, dijo Tito.

La consultora repasó cuál es el marco regulatorio de la actividad y las idas y vueltas que rodean al proyecto Argerich. De hecho, la judicialización del inicio de las actividades de prospección sísmica -aprobado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en diciembre de 2021- generó zozobra sobre el de la actividad, en la Cuenca Argentina Norte y también en la Cuenca Austral.

“Hubo un gran revuelo cuando la declaración de impacto ambiental fue otorgada. No fue lo mejor porque se dictó un 28 de diciembre. La gente estaba vacacionando y hubo revuelo mediático y en las redes circulaban personas que salían del mar empetroladas. Hubo una gran resistencia de la ciudadanía desconociendo de qué se trataba”, contó Tito. Y repasó los entretelones legales: “Tras varias idas y vueltas, la cámara levanta la medida cautelar y hoy se puede realizar actividad sísmica. Estamos muy expectantes: acá, en Uruguay y en otras partes del mundo respecto del éxito de esta perforación. Se estima iniciar las actividades para enero del 2024”.

“El mar Argentino es una de las fronteras exploratorias más extensas del mundo, con un potencial de miles de millones de barriles de petróleo por investigar, lo que supone volúmenes recuperables del orden de la magnitud de Vaca Muerta. Puede ser bisagra para el desarrollo del país y es una oportunidad para explotar y desarrollar recursos de la plataforma continental en el marco de la transición energética”, concluyó.