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Los 70 pozos sin conectar para cuando suba la demanda

Son de YPF y están en la zona caliente del shale oil. Algunos están fracturados. La empresa informó que es el lugar a donde buscará crudo en la reactivación.

FERNANDO CASTRO - [email protected]

YPF recortó unos 30 mil barriles diarios su producción en todo el país durante la pandemia. Esa baja tuvo lugar principalmente en Neuquén. La caída en el ritmo de la producción, una consecuencia de la disminución de la demanda interna de combustibles, tuvo lugar en pozos de tres áreas: Loma Campana, el bastión no convencional de la compañía, y Chihuido y Puesto Hernández, estas dos últimas del segmento convencional. Es lo que se desprende del cuadro de situación que plantearon directivos de la compañía ante potenciales inversores.

En el diálogo que mantuvieron con los inversores, Guillermo Nielsen (presidente), Sergio Affronti (CEO) y Sergio Giorgi (vicepresidente de Estrategia, Desarrollo de Negocios y Relaciones con Inversores) plantearon que estas quitas en el nivel de producción de petróleo se irán revirtiendo de acuerdo a los incrementos de la demanda interna de combustibles.

La empresa dejó en claro que al margen de la normalización de los pozos productivos que debió frenar, tiene decenas de perforaciones en Bandurria Sur, La Amarga Chica y Loma Campana, eje de su proyecto de shale oil en Vaca Muerta, que le permitirían obtener más crudo en caso de que lo necesitara.

“Tenemos un inventario considerable de pozos perforados y no terminados en petróleo de esquisto bituminoso. Alrededor de 70 pozos. Entonces, nos estaremos ajustando con la demanda. Hoy es difícil dar un número (respecto de la evolución del mercado), porque tenemos diferentes escenarios. Dependerá de cómo se flexibiliza la cuarentena y se pone al día la demanda. Entonces no podemos dar un número”, planteó Giorgi ante una pregunta en la rueda de preguntas ante inversores.

La conexión y las áreas para volver a despegar

Los directivos, de todos modos, ofrecieron detalles cómo sería una puesta en marcha eventual de más pozos y la reactivación de los que ya fueron frenados por los efectos de la cuarentena del coronavirus en la demanda de combustibles, algo que de a poco comienza a revertirse.

“Una cosa que podemos decir es que una vez que tengamos que volver a poner en marcha nuestra producción, la mitad de esta producción proviene de Loma Campana, donde podemos aumentar, podemos comenzar la producción muy rápidamente. Una vez que decidimos abrir la producción, entre siete días y 10 días después, ya están produciendo esos pozos. Y se sabe lo que sucede cuando se detiene un pozo no convencional: la presión comienza a acumularse y al principio tiene un poco más de producción de la que tenía antes de detenerse y luego se estabiliza. Entonces podemos planificar con anticipación y volver a poner en marcha toda esta producción muy rápidamente”, señaló Nielsen.

El directivo comentó también lo que sucederá con la puesta en marcha de los pozos convencionales. “Estos pozos vienen con más agua, y esto tomará unos 20 días para estabilizarse y luego encontrarán la misma producción de antes”, afirmó.

Consideró que “hay muchas variables para definir cuánto vamos a producir para fin de año” si bien insistió con que la empresa tiene “70 pozos, entre ellos algunos que ya están fracturados” por lo que en estos casos “solo necesitamos perforar la plataforma y conectarlos”, algo que permitiría “aumentar la producción muy rápidamente”.

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