"No veo el entusiasmo que nosotros sí tenemos para exportar"
Martínez dice que se reúne con las empresas para hablar de la ley de promoción pero no le garantizan incrementos de la producción.
El secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, explicó su visión sobre el 2020, el año en el que la pandemia del COVID-19 hizo estragos, también, en el sector energético. Y planteó los objetivos de corto plazo para la cartera que encabeza. Entre ellos, la ley para los saldos exportables de petróleo, una normativa por la que, según dice, parece más “entusiasmado” él que la industria. “Necesitamos una señal clara de la industria para avanzar en las exportaciones”, afirmó.
¿Se puede hacer un balance del 2020 con el COVID-19 afectando a todo el sector energético?
Fue un contexto mundial totalmente atípico. Creo que el gobierno reaccionó con rapidez para atender a los lugares de más vulnerabilidad. Pero es un año que no sirve para los procesos de mediano y largo plazo, como en Energía. En política energética, complicado tomar decisiones de largo y plazo en un año donde pasaron cosas que esperamos que no vuelvan a pasar.
-¿Qué se puede esperar para el inicio del 2021?
-Creo que hay un horizonte previsible en el petróleo y el gas, con una previsibilidad que no había. El petróleo se va a sostener por un par de años cerca de los 50 dólares. Tenemos una gran oportunidad en función de un esquema de retenciones a la baja. En generación eléctrica, no estamos mal. La verdad que el parate que tuvo el mundo y el país, hace que tengamos generación suficiente: hay que ver cómo se recupera el consumo. En el transporte hay algunas dificultades. El proceso de renovables que se inicio en la gestión anterior estableció un esquema donde se terminaron proyectos, pero no hubo previsibilidad para la conexión; ahí tenemos un problema. Y tampoco se tuvo en cuenta a quién desplazaba esa generación. Fue una muy mala planificación. Va a hacer falta energía para lo cual vamos a tener que estar preparados, y sanear el sistema eléctrico sin dudas.
-¿Qué lugar tienen la ley de incentivo al sector petrolero en lo que viene?
-Para nosotros es un objetivo inmediato. No sé si lo es tanto para la industria.
-¿No lo es?
-Cuando me siento con los actores de la industria me pasa lo siguiente: queremos avanzar en esa herramienta, porque nos parece importante. Pero también necesitamos que pongan el hombro y asuman el desafío de que esa ley es para aumentar la producción de una manera importante. Con el Plan Gas.Ar mostramos un presidente que da previsibilidad y asume compromisos.
-¿Las empresas no quieren producir y salir al exterior con más producción?
-Necesitamos una demostración de la industria de que quiere ir por más. Y ahí sí podemos avanzar en la ley. Yo quiero avanzar lo antes posible. Pero necesito una demostración de interés real de que vamos a poder.
-¿Están diciendo que no es importante pare ellos?
A veces me parece que yo soy el más entusiasmado. Y no debería ser así. Por supuesto que el Estado necesita una herramienta para transformar pesos en dólares, necesita energía, y hay una buena posibilidad, pero hace falta la voluntad. Es cierto que se ha perdido la confianza. Y estamos recuperándola, y para eso necesitamos señales y tiempo. Pero me siento a hablar con los jugadores, estoy yendo con un objetivo puntual, que es cumplible, lo hablo, y quiero saber a qué producción nos animamos a llegar, para nosotros poder analizar la decisión, y no está esa respuesta. Y si no está, no veo el entusiasmo que nosotros sí tenemos. Necesitamos un esfuerzo de la industria y un compromiso de la industria. Yo me pongo a discutir la ley, me siento con cada jugador y les digo: ¿si yo planteo esto en una ley, qué producción me asegurás? Y ahí no veo respuestas contundentes.
-¿Cuál es el objetivo del gobierno con la ley?
Ir por un proceso de exportación importante. Con el Plan Gas estábamos hablando de frenar el declino, sustituir importaciones, pero con la ley sobre todo si nos referimos al petróleo, nosotros queremos ser ambiciosos. Falta que las empresas que tienen las áreas quieran asociarse, que busquen de verdad inversores. Que les abran las puertas a los inversores que quieran venir a jugar con reglas claras que debemos definirlas.
-La demanda interna ya está garantizada. ¿Lo ve así?
-Con el crudo, lo que tenemos que ver nosotros es un esquema donde no nos complique el mercado interno. Nosotros queremos hacer ese acuerdo que implica saldar la discusión del mercado interno de forma rápida. Pero ahí es donde a veces nos encontramos con que no sé si tienen la voluntad de hacerlo ya.
¿La ley también plantea el gas como meta exportadora?
Estamos analizando el mercado posible con Chile, la industria brasilera. Pero la capacidad de exportación que tenemos a Brasil está atada a una inversión de infraestructura, sobre todo a Brasil, que tiene que cerrar económicamente. Estamos trabajando para hablar con la industria brasileña y saber si realmente hay un mercado. Que nos diga: vamos a comprarles gas por diez años y a qué precio. Porque si no a veces el interés es más real de los que quieren hacer el caño que el negocio en sí.
-¿Cómo complementan el faltante de invierno del Plan Gas.Ar? ¿Importaciones o una licitación nueva?
-Nos plantean algunas empresas que fue tarde, que los plazos no daban. A pesar de que lo hicimos contrarreloj. Entramos en octubre y estamos adjudicando en diciembre. Si se hubiese empezado en marzo-abril, hablaríamos de otros volúmenes. En los picos de invierno para la demanda del 2022/23-24 estamos bien. Yo creo que habrá que armar un rompe cabezas con todas las opciones que tengamos a disposición. No es una u otra. Hay que ver qué se puede traer de Chile y a qué precio, hay que ver todas las opciones y tomar la más barata posible. También podemos pensar en un esquema, que ya estaba en el plan, licitaciones por afuera para ese pico de demanda.
-¿Qué busca Argentina en la renegociación de la adenda con Bolivia?
-Hay que ver qué gravedad tiene el declino de la producción de Bolivia. Entendemos que no les ha ido bien en algunos pozos que hicieron. Veremos qué volumen podemos asegurar en invierno. Eso que hoy es un posible problema para este invierno, es una fortaleza para adelante. Porque quizás podríamos cubrir con gas nuestro el declino ese, y podemos ver la chance de meter gas nuestro en Brasil, una ventana que antes no teníamos. Antes, logrando un buen precio, no podíamos competir a un país que se bajaba un poco y te dejaba fuera de juego. Ellos, también, nos dicen que necesitan petróleo, quizás podamos complementarnos en ese sentido. Con Bolivia nos podemos complementar bien, entre lo que ellos necesitan y lo que nosotros necesitamos.
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