Cómo impactan las medidas de Luis Caputo en tarifas y combustibles
La devaluación del dólar oficial a $800 implicará una fuerte suba en los precios, sin contar con el atraso previo que ya acumulan.
La energía tendrá un rol protagónico en la señal fiscal que espera dar el nuevo gobierno para estabilizar la economía y, para eso, se necesitará un fuerte aumento de tarifas para reducir los subsidios. Más aún después de la devaluación anunciada ayer en el paquete de medidas del ministro Luis Caputo.
El problema es que, con el salto del dólar oficial a $800, los costos del sistema se incrementarán significativamente e implicarán un aumento de subsidios si no se traslada a tarifa inmediatamente.
Por lo tanto, sólo para volver al punto previo de la devaluación sin lograr ningún ahorro en los gastos, las tarifas tendrán que subir en la misma proporción que lo hizo el dólar. Es una dinámica compleja porque por el tiempo que demoran ponerse en ejecución estos aumentos, para cuando estén aplicados pueden haber quedado cortos y correr siempre de atrás a la inflación y suba del dólar.
“Hasta ayer, para eliminar subsidios en el AMB, se necesitaba multiplicar por 4 la factura final de los hogares medios. Con este impacto de la devaluación, se debería multiplicar por 7,5 la factura”, indicó el economista Julián Rojo.
Incertidumbre
Empresas de transporte y distribución aseguraron a +e que el Gobierno todavía no les comunicó nada de cómo serán los aumentos, pero muchos especulan con una suba inmediata del precio estacional de la energía eléctrica vía Resolución.
El cálculo que hacen en el sector es que, para lograr la reducción de 0,7 puntos porcentuales del PBI en subsidios como se propuso Caputo, será necesario trasladar todo el aumento devaluatorio a los usuarios N1 y quitar de cuajo los subsidios a los N3 (ingresos medios), el grupo que aparece como el gran perdedor de estas medidas.
Impacto en las naftas
En cuanto a la suba de combustibles, las petroleras dan por hecho un nuevo ajuste en los próximos días, pero todavía están esperando que asuma el equipo de Horacio Marín en YPF.
Allegados al Palacio de Hacienda dijeron que habrá un sendero de aumentos y que no se trasladará el efecto devaluación de un solo golpe. En ese sentido, esperan que las petroleras tengan paciencia dado el beneficio que tendrán aquellas que exportan hidrocarburos que les permitirá compensar la caída de ingresos por venta de combustibles en el mercado local.
De todos modos, más temprano que tarde, el precio del litro de nafta deberá acercarse a la zona de $800 pesos de acuerdo a los cálculos de las consultoras. Eso sin contar lo que pueda suceder con el valor del barril criollo, el atraso impositivo y el precio de los biocombustibles, tres factores que podrían estirar aún más ese incremento.
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