Palermo Aike: la historia de la hermana menor de Vaca Muerta
La formación genera expectativas en la Cuenca Austral y promete cambiar la matriz energética. La historia de Palermo Aike, la esperanza de Santa Cruz.
El evento “YPF Day” significó un antes y un después para Palermo Aike. El presidente de la empresa de mayoría estatal, Pablo González, y el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, destacaron el potencial de la roca madre de la Cuenca Austral en Wall Street.
“Se estima que Palermo Aike equivale a un tercio de Vaca Muerta en término de barriles de petróleo y TCF de gas, y ofrece la posibilidad a la Argentina de multiplicar su sueño exportador de energía”, afirmó el titular del Palacio de Hacienda y señaló que en 4 años el país puede superar el millón de barriles de petróleo y alcanzar una producción de 170 millones de metros cúbicos diarios de gas.
La historia de la hermana menor de Vaca Muerta no comenzó hace unos días, sino que se remonta a mediados del 2014. El entonces presidente de YPF, Miguel Galuccio, fue quien encargó una serie de investigaciones a raíz de los informes del Departamento de Energía de Estados Unidos, que señalaban que Palermo Aike era la cuarta reserva shale más importante del mundo. Si bien esa premisa no se cumplió, los geólogos marcaban que había mucho potencial por descubrir.
Los años transcurrieron. La llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada significó que los proyectos de exploración de YPF quedaran congelados. Sin embargo, CGC (Compañía General de Combustibles) llevó a cabo un ambicioso proyecto de exploración en la Cuenca Austral. El objetivo era encontrar shale.
Asimismo, YPF y CGC fueron las primeras operadoras en explorarla tras ser adjudicatarias del área Paso Fuhr, ubicada al sur de Santa Cruz, en el margen oeste de la Cuenca Austral. Esta área, que se encuentra en cercanías de la localidad de El Calafate, a unos 170 kilómetros de la ciudad de Río Gallegos, con una extensión de aproximadamente 4.670 kilómetros cuadrados, cercana a los yacimientos Campo Boleadoras y María Inés, permitió seguir con las investigaciones de formación.
Las elecciones de 2019 significaron un cambio para YPF y para Santa Cruz. La administración de Alicia Kirchner envió una delegación a Houston para conseguir inversiones a partir de todo lo que había por conocer de Palermo Aike y Pablo González asumía como presidente de la compañía estatal.
El exvicegobernador de Santa Cruz es un gran conocedor del área y levantó la bandera de la roca madre. Ese entusiasmo se vio reflejado en Wall Street cuando puso a la hermana menor de Vaca Muerta en la vidriera del mundo en busca de conseguir nuevos inversores. “Es un anuncio histórico que nos llena de entusiasmo, no solamente a los santacruceños, sino también a todos argentinos, porque desde acá podemos colaborar con el autoabastecimiento energético”, sostuvo Matías Kalmus, presidente del Instituto de Energía de Santa Cruz (IESC), en diálogo con +e.
El desafío está puesto en que las compañías decidan invertir en la exploración de la formación. “El tema es poder desarrollar un primer pozo o varios pozos shale que permitan llevar adelante el proyecto”, consideró el funcionario santacruceño.
Los prospectos y las sísmicas son positivos. La compañía del holding Eurnekian decidió punzar aquellos pozos viejos en la formación para obtener un poco más de información: todos los resultados fueron alentadores. “Estamos esperando que vengan las inversiones. Sabemos que implica un riesgo, pero una vez descubierto lo que hay debajo del suelo, no solo cambiará la matriz energética, sino también la matriz productiva de la región y el país”, aseguró Kalmus.
La búsqueda de nuevos capitales significará darle un impulso a la industria de la Cuenca Austral y comenzar un camino de crecimiento. “Una vez que se tenga un conocimiento profundo de lo que hay en el subsuelo, el trabajo será más fácil para el resto de las operadoras. Lo mejor que le puede pasar a CGC es que vengan empresas como YPF para que puedan traccionar la llegada de multinacionales, que por ahí en Vaca Muerta ven agotadas las posibilidades de adquirir nuevos bloques, pero que en Palermo Aike está todo por hacer”, subrayó el titular del IESC.
Las oportunidades que se le abren a la roca madre de la Cuenca Austral son muchas. Una posibilidad es ocupar la capacidad ociosa que ha dejado la caída del convencional en el Gasoducto San Martín. El ducto tiene disponible casi 13 millones de metros cúbicos y el gas de la región se muestra como una alternativa. Asimismo, los oleoductos que conectan con el Puerto Punta Loyola también pueden ser un atractivo para la producción.
“Los facilites son los mismos. Se puede inyectar gas al Gasoducto San Martín, utilizar Punta Loyola que está en Río Gallegos donde están todos los oleoductos hechos con las capacidades necesarias para exportar petróleo hacia el mundo o por qué no exportar gas a Chile. Todo es positivo por donde se lo mire”, afirmó Kalmus.
La buena noticia para los trabajos en Palermo Aike es que se puede aplicar la curva de aprendizaje de Vaca Muerta. Toda la experiencia obtenida en Neuquén puede ser aplicable en Santa Cruz. “Desde hace 10 años que se viene perforando, perfeccionando y entendiendo en cómo hacer más productivo el desarrollo y la exploración de Vaca Muerta. Toda esa curva de aprendizaje se puede trasladar a Palermo Aike”, destacó el titular del IESC.
Las expectativas son altas en Santa Cruz y se trabaja a toda máquina para anunciar cuanto antes un proyecto de exploración que permita conocer en profundidad la Vaca Muerta del sur.
“Estamos trabajando para que el anuncio de un proyecto de exploración se haga lo antes posible. Es lo que estamos buscando y acompañando desde el día 1 y esa fue la directiva clara de la gobernadora (Alicia Kirchner). Es cuestión de tener todos los pasos administrativos necesarios para ver si se pueden efectivizar los distintos anuncios y cristalizarlos en hechos concretos. Hace mucho tiempo venimos soñando con esto”, aseguró Kalmus.
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