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Chevron vende activos no convencionales por US$ 6.500 millones

Firmó un acuerdo con Canadian Natural Resources Limited (CNRL) para vender una parte significativa de sus activos de petróleo no convencional y arenas bituminosas.

Chevron Corporation, el gigante petrolero estadounidense, firmó un acuerdo con Canadian Natural Resources Limited (CNRL) para vender una parte significativa de sus activos de petróleo no convencional y arenas bituminosas en Canadá por aproximadamente 6.500 millones de dólares (5.922 millones de euros).

Esta transacción, que se espera cerrar en el cuarto trimestre de 2024, representa un movimiento estratégico clave dentro de los planes de Chevron para optimizar su cartera global y desinvertir en activos no esenciales.

Detalles del acuerdo

La operación contempla la transferencia de la participación no operativa del 20% que Chevron mantiene en el Proyecto de Arenas Petrolíferas de Athabasca, uno de los desarrollos más importantes de extracción de crudo en Canadá. Las arenas petrolíferas de Athabasca son conocidas por su capacidad para producir grandes cantidades de petróleo crudo a partir de bitumen, un recurso no convencional más difícil de extraer y procesar que el petróleo convencional.

Además de las arenas bituminosas, Chevron también está vendiendo su participación operativa del 70% en el esquisto de Duvernay, ubicado en la provincia de Alberta, junto con otras participaciones relacionadas en esta área. El esquisto de Duvernay es una de las principales formaciones de gas y petróleo no convencionales en Canadá, conocida por su producción de hidrocarburos mediante técnicas avanzadas de fracturación hidráulica (fracking).

La canadiense compradora

El comprador, Canadian Natural Resources Limited, es una de las empresas de petróleo y gas más grandes de Canadá, con un enfoque particular en la producción de crudo a partir de arenas bituminosas y activos no convencionales. Esta adquisición refuerza la posición de CNRL en el mercado energético canadiense, dándole acceso a valiosos recursos adicionales en Alberta, uno de los mayores centros de producción de petróleo y gas del mundo.

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Chevron pretende invertir más del 75% de su presupuesto de producción en las cuencas shale de Estados Unidos, el Golfo de México, el Mediterráneo oriental, Guyana, Australia y Kazajistán. REUTERS/Mike Blake

Chevron pretende invertir más del 75% de su presupuesto de producción en las cuencas shale de Estados Unidos, el Golfo de México, el Mediterráneo oriental, Guyana, Australia y Kazajistán. REUTERS/Mike Blake

CNRL es una compañía que ya cuenta con una presencia significativa en el Proyecto de Arenas Petrolíferas de Athabasca, y con esta transacción, consolidará aún más su papel en la región. La empresa tiene una reputación de liderazgo en la producción de crudo pesado y en proyectos de arenas petrolíferas, sectores que requieren grandes inversiones y conocimientos técnicos avanzados para maximizar la producción y eficiencia.

Estrategia global de Chevron

Esta venta forma parte de un plan más amplio de Chevron para desinvertir activos por un valor de entre 10.000 y 15.000 millones de dólares (9.111 y 13.667 millones de euros) hasta 2028. El objetivo de Chevron es optimizar su cartera energética global, concentrándose en proyectos de mayor rentabilidad y alineados con sus objetivos estratégicos. La compañía está buscando alejarse de ciertos activos no convencionales en mercados donde la competencia y los costos de extracción son elevados, y enfocarse en otras áreas con mayor potencial de crecimiento y retorno de inversión.

Este movimiento forma parte de su plan de desinversión en activos menos rentables y con mayor impacto ambiental. Las arenas bituminosas, conocidas por ser una de las fuentes de petróleo más costosas y contaminantes, representan un desafío tanto en términos de rentabilidad como de sostenibilidad ambiental, lo que podría haber motivado a Chevron a buscar una optimización de su portafolio global.

¿Apuesta a Vaca Muerta?

En contraste, Chevron ha estado fortaleciendo su presencia en Vaca Muerta, una de las mayores formaciones de hidrocarburos no convencionales en el mundo. Con inversiones como los 500 millones de dólares destinados al desarrollo del área El Trapial en Neuquén, Argentina, la compañía apuesta por una operación más rentable y menos intensiva en carbono. Vaca Muerta ofrece un entorno favorable, donde la reducción de costos operativos y los incentivos fiscales mejoran la competitividad de la región frente a otros proyectos de hidrocarburos.

El gigante norteamericano pretende invertir más del 75% de su presupuesto de producción en las cuencas shale de Estados Unidos, el Golfo de México, el Mediterráneo oriental, Guyana, Australia y Kazajistán.

Recientemente ha superado una revisión de la FTC sobre su operación de 53.000 millones de dólares por Hess, pero tendrá que superar una impugnación de Exxon y CNOOC, socios de Hess en una empresa conjunta de Guyana. Un tribunal de arbitraje compuesto por tres jueces estudiará el caso el próximo mes de mayo.

Los analistas de RBC Capital Markets señalaron en una nota que "esta operación contribuye a sanear la cartera antes del cierre pendiente de Hess", y añadieron que esperan que el flujo de caja libre mejore en 2025.

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