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Storage: un proyecto estudia el potencial de los yacimientos del Golfo San Jorge para almacenar CO2

Expertos de Argentina, Noruega, España y Francia están trabajando en el proyecto Disco2Store, que analiza cómo almacenar CO2 en yacimientos depletados.

Las emisiones de carbono es un tema que preocupa en el planeta. Las investigaciones avanzan para lograr disminuir el impacto en el ambiente. Diego Manzanal es uno de los profesionales que lidera un proyecto internacional que busca profundizar el conocimiento sobre el almacenamiento de dióxido de carbono (CO2) y su interacción con distintos tipos de reservorios geológicos.

“Estamos desarrollando investigaciones desde el año 2012, pero en los últimos años logramos consolidar una red de colaboración internacional que incluye a Sintef y expertos noruegos que lideran proyectos como Northern Lights, referentes mundiales en este tema”, señaló el especialista.

El proyecto, llamado Disco2Store (Discontinuity in CO2 Storage), es una iniciativa que busca comprender cómo las discontinuidades geológicas y los materiales involucrados responden al almacenamiento de CO2 desde diferentes perspectivas.

Este trabajo multidisciplinario es un esfuerzo coordinado entre instituciones de varios países, incluyendo Noruega, España, Francia y Argentina. La Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), Universidad de Buenos Aires (UBA), YTEC, CONICET, Universidad Politécnica de Madrid (UPM), la empresa noruega Sintef, Universidad de Le Mans y Ecole des Pont en Francia, entre otras instituciones latinoamericanas y europeas, que refleja un esfuerzo conjunto para mitigar el cambio climático a través de la captura y almacenamiento de carbono (CCS).

A medida que las investigaciones avanzan, tecnologías como el almacenamiento geológico de CO2 no solo ofrecen una solución efectiva para mitigar su impacto en el ambiente, sino que también presentan una proyección económica prometedora.

Implementar almacenamiento de CO2 puede generar un círculo virtuoso que combine sostenibilidad ambiental y desarrollo económico: industrias altamente emisoras podrían capturar su CO2 antes de liberarlo, evitando impuestos por emisiones, y almacenarlo en reservorios, lo que fomentaría la creación de empleos especializados, atracción de inversiones tecnológicas y generación de nuevos mercados en torno a las energías limpias.

En regiones como el Golfo San Jorge, este modelo tiene el potencial de aprovechar infraestructura existente de la industria petrolera, reduciendo costos y maximizando beneficios, replicando casos de éxito como el proyecto Northern Lights en Noruega, donde la combinación de incentivos estatales y colaboración público-privada ha transformado un desafío ambiental en una oportunidad económica de gran escala.

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Escalabilidad del estudio

El trabajo se desarrolla en dos niveles: A nivel experimental, se analizan muestras análogas de formaciones clave del Golfo San Jorge, como D-129, Castillo, Bajo Barrial y Salamanca. “Mediante ensayos en laboratorio en celdas de carbonatación se evalúan cómo el CO2 afecta las propiedades de los materiales”, explicó. Además, se estudian cementos modificados utilizados en pozos de inyección para mejorar su resistencia química frente al dióxido de carbono. “Hemos evaluado los cementos petroleros mejorado con distintas adiciones para un posible pozo de inyección”, añadió.

A nivel numérico, el proyecto busca escalar los resultados de laboratorio para modelar el comportamiento en reservorios completos. “Se desarrollan modelos que simulan el comportamiento de los reservorios durante la inyección de CO2, considerando el flujo bifásico y las posibles alteraciones en la estabilidad del yacimiento. El objetivo es escalar los resultados del laboratorio y prever escenarios reales de inyección, asegurando la seguridad del proceso”, explicó el especialista.

En conjunto con Manzanal colaboran en este proyecto conjunto entre UNPSJB y UPM los Investigadores José Allard, Sandra Orlandi, Juan Barria, Miguel Stickle, Pedro Navas, Ángel. Yague, Nicola Tarque y los estudiantes de doctorado Cecilia Laskowski, Pablo Vidal, Maximiliano Cortes, Gimena Biene, Camilo Casagrande y Christian Martin.

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Noruega es pionera en el storage.

Noruega es pionera en el storage.

Contexto y experiencia internacional

En Argentina, el uso de yacimientos o pozos depletados para almacenar dióxido de carbono (CO2) aún está en etapa exploratoria. Según explicó Manzanal “oficialmente no hay ningún proyecto en marcha enfocado exclusivamente en el almacenamiento de CO2”.

En regiones como el Golfo San Jorge, donde existe una infraestructura petrolera desarrollada, la transición hacia el almacenamiento de carbono podría reducir costos operativos y atraer inversiones tecnológicas. Esto generaría empleos especializados, fortalecería el vínculo entre ciencia e industria y posicionaría a Argentina como líder en tecnologías de captura y almacenamiento de carbono en América Latina.

“La idea es que industrias altamente emisoras puedan capturar su CO2 antes de emitirlo y almacenarlo en reservorios, reduciendo su impacto ambiental y cumpliendo con regulaciones internacionales cada vez más exigentes. A largo plazo, esto no solo beneficiará al medio ambiente, sino también a la economía”, subrayó Manzanal.

En la primera semana de diciembre, la Cuenca del Golfo San Jorge contó con la visita de los investigadores noruegos Pierre Cerasi y Ane Lothe. El pasado 3 de diciembre se realizó en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco un seminario técnico donde expusieron la experiencia noruega en diferentes proyectos de almacenamiento subterráneo de CO2, como "Return" y "Northern Light".

“En Noruega, comenzaron a trabajar en almacenamiento de carbono en 1987. Desde entonces, han llevado a cabo investigaciones y proyectos similares a los que desarrollamos en conjunto con la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y la Universidad Politécnica de Madrid en el marco de Disco2Store. Lo notable es cómo han conseguido, a través de incentivos estatales, que empresas petroleras adopten y comercialicen esta tecnología, generando un circuito virtuoso tanto ambiental como económico”, destacó Manzanal.

Noruega, a través del proyecto Northern Lights, ha inyectado dióxido de carbono en un reservorio de gas depletado ubicado en la costa de Noruega. “Las empresas TotalEnergy, Shell y Equinor participan en este joint-venture, transportando dióxido de carbono desde distintas industrias de Europa hacia Noruega para almacenarlo en reservorios offshore”, explicó. El enfoque noruego combina innovación tecnológica, incentivos económicos y una colaboración estratégica entre sectores público y privado.

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No todos los yacimientos son aptos para almacenar CO2.

No todos los yacimientos son aptos para almacenar CO2.

Los reservorios necesarios

El éxito del almacenamiento geológico de dióxido de carbono depende de cumplir con una serie de requisitos específicos en los reservorios seleccionados. Según explicó Manzanal, la profundidad es uno de los factores más importantes: “Estamos hablando de yacimientos que se encuentren a más de 1.000 metros de profundidad. Esto es esencial para que el CO2 pueda ser inyectado en estado supercrítico, una condición en la que el gas se comporta como líquido y gas simultáneamente, lo que optimiza su almacenamiento. Este estado requiere presiones superiores a los 8 megapascales y temperaturas mayores a los 30 grados centígrados”.

Otro factor clave es la porosidad del reservorio, que define la capacidad del material para albergar CO2 en sus poros. “Buscamos yacimientos con una porosidad adecuada para maximizar la capacidad de almacenamiento y asegurar la estabilidad del sistema. Sin embargo, en el Golfo San Jorge enfrentamos una complejidad particular: muchos de los reservorios contienen cenizas volcánicas, conocido como contenido tobáceo, que pueden alterar las propiedades de porosidad y permeabilidad. Este es un desafío que estamos abordando mediante investigaciones avanzadas en varias tesis doctorales”, destacó Manzanal.

Además, factores como la integridad de las formaciones sellantes, la ausencia de fracturas críticas y la estabilidad geomecánica son elementos fundamentales que también se evalúan en el proyecto. Estas características no solo garantizan la eficacia del almacenamiento, sino también la seguridad del proceso a largo plazo.

El aporte del Golfo San Jorge

En la Cuenca del Golfo San Jorge, las formaciones analizadas incluyen la D-129, Castillo, Bajo Barrial y Salamanca. “Bajo Barrial es la formación más importante desde el punto de vista petrolero, pero también trabajamos en Castillo y D-129, que tienen una continuidad litológica en profundidad. Estas investigaciones buscan comprender cómo el contenido tobáceo afecta el almacenamiento de dióxido de carbono”, aseveró.

El proyecto Disco2Store representa un paso fundamental hacia un futuro sustentable. La combinación de investigación científica, tecnología y colaboración internacional busca replicar en Argentina el éxito de Noruega, convirtiendo un desafío global en una oportunidad para la innovación y el desarrollo económico.

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