Un fenómeno migratorio: las empresas dejan el convencional y se centran en el shale
A la salida de Halliburton y Weatherford de Chubut, se le pueden sumar las partidas de Calfrac y Superior.
La Cuenca del Golfo San Jorge sufre el éxodo de empresas petroleras hacia Neuquén. La rentabilidad y el nivel de actividad que genera Vaca Muerta hace que los grandes players cierren sus bases en Comodoro Rivadavia y se instalen de lleno en el corazón del shale argentino.
El fenómeno no es nuevo. Los primeros casos se registraron en 2021 cuando las empresas empezaron a sus operarios trasladarse hacia la Cuenca Neuquina. Un año más tarde continuó con el retiro de herramientas de la región bajo el argumento de que el no convencional requería toda la tecnología disponible en el país. El cepo y la limitación a las importaciones son un combo letal para el convencional.
Los primeros casos
El caso más resonante fue el de Halliburton. La empresa de servicios más grande del mundo cerró su central en barrio Industrial de la Capital Nacional del Petróleo y trasladó sus equipos hacia Vaca Muerta.
El éxodo de las compañías va camino a cumplir cuatro años. La primera empresa en salir fue Weatherford. La compañía de mamelucos rojos venía de años de conflicto en la Cuenca del Golfo San Jorge con telegramas de despidos y sin equipos para que hacerse cargo de las operaciones que se requerían en la región.
Antes de diciembre pasado, los representantes de la firma confirmaron que se retirarían del convencional para centrarse directamente en Neuquén.
La mirada en el shale
Calfrac y Superior son otras compañías que podrían seguir el mismo camino. Según el tesorero del Sindicato del Petróleo, Gas Privado y Energías Renovables de Chubut, Héctor Millar, las empresas de servicio solicitaron mejores condiciones para desempeñar sus tareas o se retirarían de la región para centrarse de lleno en Vaca Muerta.
El dirigente gremial afirmó que la situación se desencadenó luego que la operadora les pidiera una reducción tarifaria de sus operaciones y les ofreció la posibilidad de acompañarlos tarifariamente en Neuquén a cambio de cerrar la base en Comodoro Rivadavia.
Asimismo, Millar sostuvo que las empresas de servicio propusieron una reducción de los salarios de los trabajadores para seguir operando en la Cuenca. Esto fue rechazado por el gremio: “esta situación no va a suceder, si se quieren ir que agarren todas sus cosas y se vayan”, indicó.
No es la primera vez que Calfrac tiene conflictos en la región. Los últimos tres años se caracterizaron por telegramas de despidos y el traslado de equipos de Comodoro a Neuquén generó reclamos por parte del gremio.
En este sentido, Millar adelantó que “no se va a permitir que esta gente saque provecho de una situación de crisis. Si las empresas pretenden ajustarse a costas de los trabajadores que levanten campamento y se vayan”.
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