El desarrollo energético significaría un superávit comercial U$S 25.000 millones
La CEPH brindó detalles de las proyecciones en materia de producción y exportación en materia de hidrocarburos.
En el marco de la audiencia pública sobre el proyecto de GNL en Río Negro, Nicolás Cantero, representante de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH), destacó el papel estratégico de iniciativas como la instalación de un buque liquefactor para impulsar la industria energética.
Cantero resaltó el aumento proyectado en la demanda global de energía primaria en las próximas décadas, especialmente en países en vías de desarrollo. Según datos presentados, la demanda global crecerá de 15.158 millones de toneladas equivalentes de petróleo en 2020 a 22.300 millones en 2050, impulsada en parte por el desplazamiento del carbón hacia el gas natural como fuente de energía primaria más limpia.
En este contexto, Argentina se posiciona como un jugador clave gracias a sus vastos recursos hidrocarburíferos. "Hoy Argentina produce 140 millones de metros cúbicos diarios de gas natural y tiene un potencial de crecimiento para alcanzar los 226 millones de metros cúbicos diarios en 2030, lo que representa un aumento del 62%”, detalló.
Una base sólida para el superávit
El desarrollo de Vaca Muerta y otras cuencas, como el Golfo San Jorge y Austral, ha permitido que el país no solo cubra su demanda interna, sino que genere excedentes exportables.
Según Cantero, Argentina cuenta con recursos suficientes para abastecer su demanda local de petróleo durante más de un siglo y de gas natural por dos siglos. Este potencial, combinado con el desarrollo de infraestructuras como gasoductos y plantas de GNL, puede generar exportaciones anuales significativas, posicionando al país como líder energético regional y global.
"El desarrollo energético permitirá alcanzar a finales de la década un superávit comercial cercano a 25.000 millones de dólares, superando exportaciones tradicionales como el complejo sojero, cerealero y automotriz", afirmó.
Un paso estratégico
Cantero enfatizó la importancia de la instalación de plantas de GNL para llegar a mercados internacionales. "Proyectos como el de Southern Energy y la instalación de un buque liquefactor permiten que Argentina pueda aprovechar esta ventana de oportunidad", sostuvo.
El proyecto incluye el uso del barco Hilli Episeyo, que procesará un volumen equivalente a 11,4 millones de metros cúbicos diarios de gas, generando exportaciones por 1.100 millones de dólares anuales. Este buque ya ha demostrado su eficacia operando en condiciones similares en Camerún desde 2018.
Bajos riesgos y grandes beneficios
Respecto al estudio de impacto ambiental del proyecto, Cantero afirmó: “En el medio natural, el estudio no identifica impactos ambientales de relevancia, siendo los mismos de baja y moderada importancia, principalmente durante la etapa constructiva”.
Además, destacó los impactos socioeconómicos positivos relacionados con la generación de empleo, la demanda de bienes y servicios, y el fortalecimiento de las economías locales.
En este sentido, Cantero subrayó la relevancia de proyectos como este para posicionar a Argentina como un proveedor global de energía. La instalación del buque liquefactor no solo permitirá aprovechar recursos existentes, sino que también impulsará el crecimiento económico, generará divisas y fortalecerá la posición del país en el mercado energético global.
"El desarrollo energético argentino no solo es una oportunidad económica, sino una pieza clave en la transición energética global hacia fuentes más limpias y sostenibles", consideró.
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