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"El BCRA podría flexibilizar las importaciones en 2025"

Daniel Gerold explicó por qué el sector llegará a un balance positivo y cómo se transformará en un alivio para las reservas del Banco Central.

Vaca Muerta sufre las restricciones que pesan sobre las importaciones. Las empresas tienen que hacer malabares con los insumos que tienen a disposición y el Banco Central de la República Argentina (BCRA) sufre la baja de las reservas. Sin embargo, ese panorama puede llegar a cambiar en el mediano plazo.

Según Daniel Gerold, las proyecciones del sector son auspiciosas y permitirán trazar un nuevo camino. “El año pasado el balance fue negativo en 4800 millones de dólares. Este año seguirá siendo negativo y va a estar cerca de 1000 millones de dólares. A lo mejor si se dan algunas condiciones puede ser positivo”, explicó el director de G&G Consultants en “Energía: La oportunidad latente”, webinar de La Nación.

En el análisis del especialista, el balance energético pasará a ser positivo en 2024 y se ubicará cerca de los 2500 millones de dólares. Las buenas noticias continuarán en el 2025 cuando “pase a ser positivo entre 6 y 7 mil millones de dólares”.

“Si bien no compensa al sector agroexportador, va a contribuir a dar flexibilización a la importación de divisas en el BCRA y a la reducción de costos por gas natural por el efecto del gasoducto (Presidente Néstor Kirchner)”, consideró.

Además, Gerold manifestó que el año que viene el GPNK tendrá un gran impacto en la sustitución de importaciones lo que va a reducir drásticamente el déficit fiscal. “Este es un sector que está funcionando bien, pero que necesita mejoras y que esta encarrilado a jugar la Primera A. Es un desafío para nosotros, pero que constituye una oportunidad relevante y dependerá de quienes gobiernan. Para el año que viene y para el 2025, la oportunidad es muy importante”, aseguró.

Una transición de oportunidades

En este sentido, el director de G&G Consultants destacó que Argentina tiene grandes oportunidades de la mano del gas natural, el combustible de la transición energética. Por lo que es imperioso resolver los problemas macroeconómicos. “Estamos en una situación que genera tensiones sociales y que, de alguna manera, se deberán resolver. Habrá un nuevo gobierno y habrá cambios para que eso suceda”, afirmó.

El sector energético representa el 7% del PBI donde la producción de hidrocarburos y los combustibles se llevan la mayor parte de ese porcentaje. La influencia del sector permite que el paso de los fósiles a las renovables se muestre como una ventana para el país.

“Esperemos que esta vez la podamos aprovechar. La transición energética nos posiciona con dos productos relevantes como el litio y los hidrocarburos de Vaca Muerta en una escala mundial”, subrayó.

Asimismo, Gerold manifestó que Argentina posee recursos muy ricos y si se tiene la capacidad de atraer inversiones pueden transformarse en productos de valor agregado relevantes.

El panorama es alentador. Las empresas lograron maximizar la producción después de la pandemia lo que es una gran noticia para lo que viene. “Los profesionales argentinos utilizaron los escasos recursos encontraron una roca como es Vaca Muerta de características excepcionales y lograron tasas de incremento de petróleo y de gas que va a convertir al país en exportador neto”, aseveró.

El director de G&G Consultants también ponderó el rol del Estado con programas como el Plan Gas.Ar que le dieron competitividad a la actividad. “El shale gas ya es el 43% total del país y ha tenido un gran avance en los últimos años. La velocidad de la producción es razonablemente económica y permite reducir el costo del gas”, consideró.

El petróleo de Vaca Muerta también tiene una proyección exportadora de la mano de su crecimiento acelerado. El shale oil representa el 46% de la producción nacional total y su tasa de crecimiento se vio restringida por la capacidad de transporte, pero con las obras de Otasa, Oldelval y Vaca Muerta Sur permitirán retomar un camino de crecimiento. “Lo interesante de todo ese crecimiento es que irá directamente a exportación y generará divisas para nuestra economía”, destacó.

Para Gerold, uno de los desafíos que deberá resolver el equipo económico del próximo gobierno es el retraso de los precios de los combustibles. “Si esto se normalizará debería costar 1,10 dólares por litro. Hoy cuestan 0,80 dólares. Es un tema importante que debe ser tratado en los próximos meses”, aseveró.

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