Energía: la silla vacía que cotiza muy alto en la bolsa de Vaca Muerta

La irrupción del cisne negro” de Rolando Figueroa rompió los planes de los empresarios de la industria hidrocarburífera, que ya daban como un hecho a fuerza de aliento oficial y propaganda, la continuidad de Jorge Sapag, como el gestor y la mano que bendice los frutos de Vaca Muerta.

Nada de esto sucedió en las elecciones del pasado 16 de abril y Figueroa, con su partido Comunidad y aliados del PRO y un sector del peronismo, sacó el 37% de los votos y destronó al MPN, que tenía como candidato a Marcos Koopmann.

El establishment del oro negro había apostado un pleno y tras la derrota, quedó un clima de incertidumbre. Como paralizando ante los inminentes cambios que no se darán hasta terminada una larga transición, de casi ocho meses.

Hay una silla vacía y cotizada, reservada para un nombre que se guarda bajo siete llaves: el nuevo ministro de Energía que asumirá luego del 10 de diciembre, en la provincia de Neuquén.

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Rolando Figueroa tendrá un rol clave en el futuro de Vaca Muerta. La industria shale le había apostado un pleno al MPN.

Ponerle un nombre propio al ministro es al menos un error en este momento. Figueroa se ha nutrido de expertos de todos el país y tiene alianzas con hombres fuertes del financiamiento de campañas políticas, pero el perfil de ese cargo, más bien se resolverá después de la elección del futuro presidente de la Nación.

¿Será lo mismo que gane Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta o Wado de Pedro la presidencia de la Nación para el lineamiento de Vaca Muerta? Pareciera que el perfil presidencial podría determinar el del ministro de Energía de Neuquén.

“Después de octubre se va a tener un panorama más claro de la política que se quiere implementar. Ahora es todo muy dinámico y hay que ver cómo salen las elecciones a nivel nacional”, confió una fuente de asesoría política a +e.

La expectativa de Comunidad y un sector del PJ neuquino estaba puesta en que el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, se presente a las PASO, y desde ahí articular la idea que, de ganar la elección presidencial, haya un vínculo más que estrecho con Figueroa y la política que se defina en Vaca Muerta.

En campaña, poco y nada se discutió de la política hidrocarburífera, como si todos los candidatos tuvieron un consenso sobre el statu quo del plan de perforación e inversiones que trazaron las operadoras, como si las empresas manejan la cuenca neuquina a control remoto desde las oficinas de Puerto Madero en Buenos Aires.

Figueroa había propuesto un “fondo Vaca Muerta” para de alguna manera garantizar un margen para que los intendentes puedan hacer obras, en un contexto complejo. No se habla de tocar las regalías, que sería una posición más dura con las operadoras. En todo caso, el nuevo ministro de Energía tendrá que acoplarse a la incertidumbre del contexto económico: la posible renegociación con el Fondo Monetario Internacional y la escasez de dólares.

Al lado de Figueroa, hay varias sombras que siguen sus pasos y que están especializados en la política energética: uno es Rubén Etcheverry, ex secretario de Energía de la provincia, con un perfil más PRO y el otro es Guillermo Cocco, que también estuvo a cargo de la cartera energética en la gestión de Sapag. Pero los nombres no dan aún indicios de nada.