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¿Atrasar los relojes una hora para ahorrar energía?

El diputado nacional Julio Cobos reflotó la propuesta para cambiar la hora oficial y se levantaron voces a favor y en contra. Cuán efectiva es la medida.

Los argentinos nos estamos embarcando poco a poco en una nueva polémica: el cambio del huso horario. Con el objetivo de ahorrar energía y, además, mejorar el desempeño escolar de los estudiantes, el diputado nacional de la UCR Julio Cobos reflotó la propuesta para cambiar la hora oficial en Argentina, y se levantaron voces a favor y en contra.

La propuesta consiste en, por un lado, establecer como hora oficial en toda la Argentina: la del huso horario de menos 4 horas al Oeste del meridiano de Greenwich (-4 GMT), que es en realidad la que corresponde al país según el Sistema Internacional de los Husos Horarios. Es decir, el proyecto supone retrasar una hora a los relojes durante los meses de otoño e invierno.

Y, por otro lado, se propone facultar al Poder Ejecutivo a modificar la hora correspondiente al huso horario de tres horas al Oeste del meridiano de Greenwich (-3 GMT), para el periodo estival.

De acuerdo a la geografía, nuestro país tendría que ser el -4, o sea, cuatro horas al oeste de Greenwich. Esto implicaría aprovechar bastante más la luz solar durante la mañana en todo el año, más aún teniendo en cuenta que en nuestra zona amanece poco antes de las 8.

Segundo intento

Cuando se habla de “aprovechar la luz” se alude al ahorro energético y Cobos cree que es la clave para convertir el proyecto en ley y no tener que dejarlo pasar como ya le ocurrió en 2022, el primer intento de cambiar el huso horario.

Según el diputado mendocino, "la otra vez también tuvo repercusión, pero una cosa es que tenga repercusión y otra que tenga buena repercusión. Esta vez, percibo que hay mayor consenso. A lo mejor se debe al tema del poder adquisitivo, por considerar que se puede ahorrar algo en la boleta de luz".

"El día en invierno tiene 10 horas de sol, y en el verano 14. Estamos proponiendo algo con sensatez, utilizar lo que más se pueda a la hora solar de manera que haya coincidencia entre la hora oficial y la hora solar. A Argentina le corresponde el huso horario -4, y parte de la Argentina el 5. Pero adoptamos el -3. Lo que es Bolivia, Paraguay y todo lo que está al norte de nuestro país, tiene huso horario -4. Chile, que está todavía más en diferencia de huso horario al nuestro, esta noche atrasa los relojes una hora y pasa al huso horario -4", contó Cobos en declaraciones a medios mendocinos.

Desde el Instituto Nacional de Ambiente, Hábitat y Energía (INAHE) coinciden y han planteado que “Argentina hoy tiene una de las mayores diferencias entre la hora solar y la hora oficial, lo que afecta no solo al consumo de electricidad sino también al desempeño escolar”.

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¿Sin impacto?

Sin embargo, no hay consenso en relación al ahorro energético. Hay varios cálculos, incluyendo los que hizo la doctora Andrea Pattini, de la Universidad Nacional de Cuyo, en los que se vería que no hay un ahorro energético.

“La historia de la aplicación de la hora de verano (HV) en distintos países ha sido y sigue siendo controversial. Desde su implementación durante la primera y segunda guerra mundial y en la actualidad, la razón principal para la aplicación de la HV ha sido el ahorro de electricidad debida al uso de la luz natural diurna en los meses de veranos (aprovechando que amanece más temprano). Sin embargo, los análisis de los resultados de los consumos no han sido de impacto considerable ”, explica Pattini en el informe “Los husos horarios y el cambio de hora en verano para ahorro de energía eléctrica”.

Según la especialista, los estudios realizados en países donde el cambio de hora es ya costumbre, el efecto de esta medida impacta principalmente a los usuarios domésticos y en particular, a la iluminación artificial. “Pero deben considerarse otras variables a ser estudiadas como influyentes, como hábitos y costumbres de los usuarios, disponibilidad de acondicionamiento térmico de verano eléctrico y rigurosidad climática de la región, a la hora de sostener la decisión de efectuar el cambio de hora de verano para su impacto en la reducción de consumo de electricidad”.

El objetivo de ahorrar energía

Pattini agrega una cuestión más para sumar al debate del huso horario. “ En primer lugar, debe ser aclarado y consensuado el huso horario por el que se rige nuestro país, incluyendo en el análisis la decisión de utilizar uno o dos horarios para el territorio nacional. En segundo lugar, debemos ajustar las fechas en las cuales se deben realizar el cambio de hora de verano, cambiándose entre el fin de la primavera y el comienzo del otoño”.

En el año 2008, la aplicación del HV durante entre el 30 de diciembre de 2007 y el 16 de marzo (de acuerdo a la Ley Nº 26350) generó opiniones en contra, particularmente en las regiones del oeste del país, lo cual es un inconveniente en la política de difusión del ahorro de energía eléctrica.

“La adopción del cambio de hora de verano, es una medida incompleta por sí sola para producir un ahorro de energía eléctrica, más aún si ésta parte de un huso horario inadecuado”, apunta Pattini.

En este punto, asegura que se deben correlacionar los datos de consumo y demanda con los de temperatura media y crecimiento de economía.

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