YPF

La economía de YPF como clave del upstream

Las naftas y la refinanciación que aborda YPF son dos caras de una misma moneda: en ambas se juegan los niveles de actividad en Vaca Muerta.

El panorama del aprovisionamiento del gas en Argentina empieza a aclararse. Por un lado, las principales empresas ya garantizaron con el Plan Gas.Ar un bloque de producción para los próximos cuatro años. Y por el otro, sobre el cierre de los plazos, el gobierno nacional acordó la quinta adenda al contrato con Bolivia vigente desde el 2004. Ya se sabe que habrá un tercio menos de gas para el período de mayor demanda, el invierno, que llegará del vecino país. Son dos datos centrales para el esquema energético argentino del 2021.

En función de eso, el país podrá establecer su estrategia de compras al exterior y eventualmente realizar una nueva licitación de gas que sume volúmenes a los de la convocatoria de diciembre.

El contexto del gas, de este modo, encierra claves de la macroeconomía. Argentina juega en el tenor de sus importaciones una carta con efectos en la cotización del dólar y la presión sobre todos los precios del país.

La otra novedad de apertura del nuevo año pasa por las naftas. El gobierno nacional autorizó un aumento del 60% en el precio de los biocombustibles que son parte obligatoria del corte del gasoil y las naftas. Fue una señal a un sector que venía clamando una respuesta, en medio de la parálisis de pymes en la pandemia. También, en medio de la hoja de ruta del debate en el Congreso de la Nación sobre una extensión de la ley que otorga beneficios a los productores bio, cuestionada por las petroleras y gobiernos con áreas de hidrocarburos.

Este movimiento desató de inmediato un nuevo aumento de las naftas de YPF, señal de largada para subas del resto de las refinadoras de crudo. Fue de un 2,9% promedio para todo el país. El gobierno nacional, al menos por ahora, sigue sosteniendo la apuesta a respaldar las finanzas de su nave insignia del sector petrolero, clave en el desarrollo de los proyectos con objetivo en la formación Vaca Muerta.

YPF será parte sustancial del upstream en Argentina, tanto en gas, donde recibió el mayor cupo en la licitación del Plan Gas.Ar, como en el abastecimiento interno de crudo, en buena medida, con los bloques neuquinos que permiten esquivar el declino de los campos convencionales.

La petrolera tiene esa doble presencia: es crucial para el mercado de los combustibles, donde maneja el 54%, pero al mismo tiempo es la principal desarrolladora de los bloques de Vaca Muerta.

La empresa atraviesa un cuadro financiero complejo. A la caída de la demanda interna de combustibles, su principal segmento de negocios, tuvo que asimilar el impacto de una crisis histórica de la industria previa, y los efectos del COVID-19 en todos los segmentos de la economía.

En los últimos días comenzó a testear en el mercado la chance de refinanciar unos 6200 millones de dólares de su deuda para el período 2021-2022, con un primer paso en marzo, con un vencimiento por saldar de 413 millones de dólares.

Esa posible refinanciación de seguro encierra claves para sus operaciones en Vaca Muerta.

YPF es la empresa que más gas tendrá que obtener de sus yacimientos para el Plan Gas.Ar. Se trata de unos 20 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d). Y al mismo tiempo, es la empresa que más shale oil produce en Neuquén.

Por eso, también, en la carta de la refinanciación que aborda se juega parte del nivel de actividad en la Cuenca Neuquina en los próximos dos años.

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