Loma Campana

Loma Campana se acomoda al nuevo ritmo del COVID-19

La producción se estabilizó en torno a los 42.000 bdp tras el bajón del 32% en mayo, el peor mes de la pandemia. En el área no convencional se produce el 26% del petróleo neuquino.

Loma Campana, el yacimiento insignia de Vaca Muerta, recupera de a poco el nivel de actividad, y se ajusta a la “nueva normalidad” en los bordes de la crisis petrolera que dejó la pandemia. En octubre, si bien la producción bajó un 3,5% respecto al mes anterior, hay una meseta en la producción diaria de barriles en el área de crudo que mejores resultados le deja a YPF.

De acuerdo a los datos de la Secretaría de Energía de la Nación, en octubre Loma Campana produjo 40.284 barriles por día (bpd) contra los 41.750 bdp en septiembre. La diferencia es mínima y no hace demasiado al resultado global del yacimiento. Es decir que de a poco el área se proyecta a sostener una producción promedio de 43.000 bpd para cerrar el 2020 en esos términos.

Loma Campana recortó su producción al mes de producida la cuarentena estricta del coronavirus, que estrelló los números de la demanda interna de hidrocarburos. En consecuencia, la operadora, sumada al desplome del precio internacional del Brent, valor de referencia de crudo en Argentina, bajó un 34,2% el nivel de actividad.

El bache más marcado se produjo en el descenso del mejor mes de ese yacimiento, en marzo, cuando produjo 44.946 barriles, contra los 28.118 de mayo pasado. Fue el peor escenario, precisamente en el contexto del parate de Vaca Muerta. En abril, por ejemplo, no se realizaron fracturas hidráulicas y la perforación fue cero. Fue el peor momento de la industria petrolera.

A pesar de ese escenario en pandemia, que después recuperó los niveles en julio y agosto, el crecimiento de la producción en Loma Campana fue de un 10,5% de marzo de 2019 (40.656 bdp) a marzo de 2020 (44.946), que fue el mes de mejor producción de crudo hasta el momento.

Producción Loma Campana.jpg

Alto rendimiento

Más allá del contexto macroeconómico actual de Argentina, que impide tener un horizonte previsible en materia de inversiones en shale, el área Loma Campana se lleva una buena parte de la producción petrolera de la provincia de Neuquén.

Sólo en octubre, de este yacimiento shale se sacó el 26% del petróleo neuquino. Fueron 40.284 bpd de los 155.487 bdp en totales. Si se lo mide en materia de shale, la mitad del petróleo de Vaca Muerta se extrae desde ese yacimiento insignia.

La reapertura de pozos cerrados en Loma Campana colaboraron al envión del consumo de combustibles, que si bien no es muy elevado si le dio un aire fresco a las estaciones de servicio paralizadas en cuarentena.

Hasta hace unos días, había unos 12 equipos e perforación en Vaca Muerta, que si bien comenzó un sendero de la recuperación (demanda y vuelta a la vida laboral de operarios), aún no alcanza los niveles antes de la crisis de 2019, con 53 equipos.

Loma Campana no es una promesa. Es el segundo yacimiento petrolero más productivo del país y pasó la crisis pandémica.

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