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El camino para llegar a la carbono neutralidad

Neuquén busca trazar una hoja de ruta para reducir las emisiones de carbono de Vaca Muerta. Advierten que si no tiene en cuenta ciertas consideraciones, el objetivo podría convertirse en un dolor de cabeza.

El mundo está incorporando una agenda marcada por la transición energética. Este cambio es imparable. Las empresas saben que no reducir las emisiones pone en peligro al planeta, pero que también entrarán en un panorama que no es rentable. El ojo está puesto en un plan para bajar las emisiones de gases de efecto invernadero. La situación es compleja y que no escapa a ningún actor donde los hidrocarburos tendrán un papel fundamental debido al desarrollo de Vaca Muerta.

En este marco, el Gobierno de Neuquén informó que solicitará a las empresas de la región que informen su nivel de emisiones de gases de invernadero desde 2016 en adelante.

Lo que busca la administración de Omar Gutiérrez es contar con una línea de partida de emisiones y conocer las estrategias que tienen las empresas. La tarea no será sencilla y llevará su tiempo para llevar a cabo una industria sustentable y sostenible hacia el camino de la carbono neutralidad.

“La propuesta es una buena aproximación”, sostuvo Julián Gadano, docente e investigador universitario y exsubsecretario de Energía Nuclear de la Nación, en diálogo con +e. “Sin conocer los detalles, todo lo que ayude a la industria a ser coherente con un desarrollo sustentable y sostenible al término de la transición hacia la carbono neutralidad está bien. Es momentos de ser claros y esta es una buena medida”, afirmó.

Para el investigador, la propuesta del Gobierno de Neuquén es un primer paso, pero se deben tener ciertas consideraciones para “no dar un salto al vacío”. “Es bueno tener un plan, pero ese plan debe estar acompañado por un montón de consideraciones que deben tener en cuenta. Hay que hacerlo de manera que la industria lo pueda hacer. Si obligas a la industria a adaptarse a normas muy exigentes en un año, no lo van a lograr y vas a terminar afectando el negocio”, advirtió.

“Si uno obliga o pone ciertas reglas que no se adaptan a la industria, lo que va a suceder es que las empresas no van a cumplir con ese plan o normativa y, si eso pasa, podemos correr el riesgo de estar igual o peor que ahora en término de emisiones de carbono”, agregó.

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Gadano manifestó que lo más recomendable es trazar una hoja de ruta escuchando y teniendo en cuenta cada una de las características de las compañías. “Me parece que el Gobierno de Neuquén va por ese camino. Si la idea es trazar una hoja de ruta clara con hitos, con tiempo, con metas y con control, pero que le permita a la industria adaptarse, es una buena dirección para Vaca Muerta”, subrayó y advirtió que este tipo de proyectos “no se trata de dar un salto al vacío”.

En este sentido, el exsubsecretario de Energía Nuclear de la Nación manifestó que reducir las emisiones de carbono involucra a toda la industria. “Esto va desde las grandes empresas petroleras hasta la estación de servicio más pequeña, pasando por las refinerías y diferentes sectores que involucra a los hidrocarburos”, aseveró.

“Para los grandes jugadores siempre es más fácil, porque se rigen por normas de sus casas matrices. El gran tema es YPF que tiene un parque complejo con cosas nuevas y viejas. Hay que darle tiempo a los grandes y pequeños jugadores. Darle tiempo no significa que hagan lo que quieran sino respetar la hoja de ruta”, destacó y ponderó que es mejor trabajar sobre objetivos que obligar a cumplir determinados requisitos.

“Hay que sentarse y decir: dentro de 5 años hay que llegar acá, dentro de 10 hasta acá y dentro de 15 años hay que estar acá. A partir de ahí, cada empresa tiene que plantear cómo lo va a hacer y la autoridad de aplicación lo debe aprobar o no. Lo que importa es el objetivo y no cómo lo van a hacer”, consideró.

Otro de los puntos que destacó Gadano es comenzar a regular las emisiones furtivas de metano y comenzar a incursionar en los mercados de carbono. Este último consta en pagar bono que les permitan a las empresas a generar emisiones, considerando que estos son como un bien de tipo canjeable. “Me parece algo muy bueno que Neuquén esté pensando en los mercados de carbono porque es una oportunidad redituable para la industria. También se puede pensar en un programa que incluya a las ONGs que permita plantar árboles y, de esta manera, bajar las emisiones de carbono. Países de Europa y parte de África han llevado a cabo esta estrategia y le ha dado muy buenos resultados porque permite que las empresas puedan ser más sustentables y colaborar con el cuidado del medioambiente”, afirmó y subrayó: “hay que tener un plan equilibrado. No se puede cumplir con todos los objetivos en el 2030, pero si se puede sentar las bases para lograr la carbono neutralidad”.

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Mercado de carbono: una opción redituable

  1. Es un mercado donde se compran y venden bonos de carbono, que pueden entenderse como “derechos de emisión de carbono” o “créditos de carbono”. Un bono es igual a 1 tonelada de Co2. Existen dos tipos de mercado: obligatorios o regulados y voluntarios.
  2. Regulados: Surgieron a partir del Protocolo de Kyoto de 1997 como herramientas para reducir el daño medioambiental. Actualmente, los más grandes son los de la Unión Europea y el de China. En estos mercados se establecen metas máximas de emisión permitidas entre empresas de distintos sectores y, si no se cumplen con esos límites, la empresa debe comprar bonos para compensar esa contaminación.
  3. Voluntarios: No hay un organismo, ni país que pone las reglas, son empresas, individuos, que toman la decisión de reducir su huella de carbono.

Intentos fallidos en la elaboración de un plan nacional

Así como Neuquén avanza en un plan para bajar las emisiones de carbono, Argentina ha chocado contra sus intenciones de contar con una guía que sirva de referencia para toda la industria.

Maggie Videla fue la última funcionaria que consideró que era necesario avanzar en iniciativas para evaluar el impacto de la industria petrolera en el ambiente y diseñar políticas que permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La exsubsecretaria de Hidrocarburos propuso la creación de una Dirección Nacional de Evaluación y Gestión Ambiental de los Hidrocarburos y prometió que se sancionaría una resolución para crear un Programa Nacional de Medición de Emisión Difusas en toda la cadena de la industria petrolera, donde las encargadas de controlar las emisiones serían las provincias. Sin embargo, Videla dejó su cargo en la Secretaría de Energía sin poder avanzar en este tipo de propuestas.

En este sentido, Julián Gadano, docente e investigador universitario y exsubsecretario de Energía Nuclear de la Nación, aseguró que, si hasta el momento, Argentina no cuenta con un plan de carbono neutralidad es por una falta de decisión política. “La industria está dispuesta a cumplir con los objetivos y con tener un camino para bajar las emisiones de carbono. Pero la política no está dispuesta a dárselo”, cuestionó.

El investigador afirmó que la industria no tiene impedimentos en bajar las emisiones porque implicaría complicaciones para su desarrollo. “Sería descabellado pensar que la industria no quiere un plan de carbono neutralidad porque la transición energética es una realidad. Las empresas lo están solicitando, pero la política tiene sus cosas y no está en su agenda en estos momentos”, subrayó.

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