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El Estado pierde U$S 2.500 millones por el congelamiento de impuestos

Se resigna recaudación equivalente a un Gasoducto Presidente Néstor Kirchner al año. La nafta debería subir un 28% sólo para actualizar los impuestos atrasados.

Para salir del congelamiento impositivo de los combustibles, las naftas deberán subir alrededor de un 28% después de las elecciones y así revertir una pérdida de ingresos que le está costando al fisco unos 2.500 millones de dólares al año. Es decir, el valor entero del Gasoducto Néstor Kirchner.

La decisión de suspender las actualizaciones trimestrales de acuerdo a la variación del IPC nacional de estos tributos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, comenzó a inicios del 2021 como mecanismo para acotar los aumentos de naftas y así amortiguar la suba de precios del conjunto de la economía.

El problema es que, tras dos años de sostener esta política, el atraso acumulado alcanzará el 258% en noviembre, mes al cual el Ejecutivo decidió postergar, una vez más, el alza que estaba prevista para el pasado 30 de junio.

De acuerdo a un informe de la consultora Economía & Energía, “ello implicaría un aumento promedio sobre las naftas de 56 pesos el litro y, en el caso del gasoil, el incremento sería de 41 pesos el litro”. Considerando los actuales valores del surtidor, ello equivaldría a un ajuste del 28% y 17%, respectivamente, sin tener en cuenta las subas de todos los meses por la evolución de los costos de las refinadoras.

De hecho, esta semana, el Ministerio de Economía fue más allá y prorrogó otro componente impositivo más como moneda de cambio a las petroleras para acotar el alza de julio al 4,5%. En este caso, se postergó por otros dos meses la vigencia del “Régimen de Incentivos al Abastecimiento Interno de Combustibles (Riaic)”, que consiste en un beneficio tributario equivalentes a lo que se paga en concepto de impuestos sobre los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono.

Muy probablemente, la resolución de esta conflictiva salida quedará para el próximo Gobierno, que no estará en condiciones de prolongar este sendero por el enorme impacto en las cuentas fiscales.

Para tener una idea de la dimensión de este perjuicio en la recaudación, cabe aclarar que, según las proyecciones de la Asociación Argentina del Presupuesto (ASAP), incluso luego de un año de fuertes recomposiciones tarifarias y con un escenario favorable de precios energéticos internacionales a la baja, el ahorro por subsidios del Estado apenas alcanzaría los 1.600 millones de dólares en 2023, casi 1.000 millones menos que lo perdido por no actualizar los impuestos a los combustibles según lo que marca la normativa.

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