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Autos eléctricos: los híbridos son la opción para Argentina

Permiten un mejor desempeño ante las restricciones que imponen la matriz energética y la generación de cargas atada mayoritariamente a combustibles fósiles.

El transporte es responsable de aproximadamente del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera a nivel global, una de las principales causas del cambio climático. Es por eso que la transición hacia la movilidad eléctrica es uno de los mitigadores encontrados a nivel mundial para revertir ese proceso, que consiste en sustituir los motores de combustión interna por sistemas de baterías.

En la Argentina, ya se comercializan autos eléctricos desde 2017. En mayo de ese año se estableció con el Decreto 331 que por un período de 3 años -las automotrices ahora esperan poder renovarlo- los autos electrificados iban a pagar menos impuestos en concepto de derechos a la importación. De esa manera, mientras los vehículos convencionales pagan un 35%, los que utilizan las nuevas tecnologías limpias pagaron solo un 5%, lo que les permitió abaratar el precio de venta.

El primer modelo en llegar al mercado local fue el Renault Kangoo Z.E., un furgón utilitario con motor eléctrico alimentado por baterías de iones de litio de 22 kw/h de capacidad, lo que le permite alcanzar una velocidad máxima de 130 km/h. Pero también se consiguen en el mercado local vehículos con otro tipo de electrificación (puede ser híbrido, híbrido enchufable o a hidrógeno), como el Mercedes-Benz GLC 350e 4Matic, que es un híbrido plug-in, es decir que es recargable, o el Corolla Híbrido de Toyota, que es el primer vehiculo producido en la región -precisamente en Brasil- y por eso tiene un precio mas accesible.

La restricción adicional que tienen los que son completamente eléctricos y requieren recarga de batería tiene que ver con el sistema de generación de energía eléctrica. Más allá de si es posible instalar estaciones de carga, difícilmente logren abastecerse de energía para proveer a los usuarios. Este punto fue uno de los que motivó a Toyota Argentina, por caso, a priorizar hoy la oferta de autos con tecnología híbrida.

“Si tenés que pasar el 100% del parque vehicular a electricidad, no alcanza la generación para abastecerlos a todos. No contamos con suficiente energía para abastecer el consumo industrial, el doméstico y también el de la movilidad; hay que desarrollar una generación que hoy el país no tiene”, señaló a +e el director de Asuntos Corporativos de Toyota Argentina, Diego Prado.

Otro tema que también se debe ajustar es la matriz energética. Según los especialistas, no sirve de nada planificar una transición hacia la movilidad eléctrica si las fuentes de generación de la electricidad siguen siendo en su mayoría de origen fósil.

“El único beneficio ambiental sería el sonoro y la calidad del aire en grandes ciudades, pero en términos de emisiones sería ineficiente”, advirtió a +e la gerente de Desarrollo de Negocios de Ul Renewables, Regina Ranieri. “Lo que gastas de combustible fósil para generar la energía que después se inyecta en un auto para transitar un determinado trayecto es más de lo que gasta un auto a combustión para hacer el mismo trayecto. Es más ineficiente porque tenés las pérdidas de generación y las pérdidas de transporte. La única forma de promover la electromovilidad es con una matriz energética diversificada”, concluyó Ranieri.

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La provincia de Buenos Aires tiene en carpeta un proyecto de ley de electromovilidad donde se esta contemplando todas las variables que interfieren en el despegue del sector y a su vez, incentivos para la producción de este tipo de vehículos en el país. A nivel nacional, también está pendiente la discusión sobre una ley de electromovilidad.

En términos de producción, las principales firmas automotrices se comprometieron a contar con una flota completamente eléctrica en las próximas décadas. Esa es, por caso, la meta a nivel global de la japonesa Toyota hacia 2050. “Esa es una visión de largo plazo, pero tanto para la electrificación como para las baterías o celdas de hidrógeno, se requieren además el desarrollo de obras de infraestructura en el país. Entendemos que tiene que haber un camino de transición a ese proceso de electrificación”, indicó el directivo de la compañía.

La tecnología accesible y alcanzable para los países en vías de desarrollo como la Argentina y toda Latinoamérica es la híbrida; primero porque no se requiere ningún tipo de infraestructura, y la ventaja que tienen los vehículos es que consumen el 50% menos y es por eso que generan la mitad de las emisiones que uno con las mismas prestaciones o de combustión tradicional. Eso es lo que nosotros entendemos como la única solución realista hoy”, completó Prado.

De acuerdo con los datos de Toyota Argentina, desde el lanzamiento del Corolla Híbrido en diciembre de 2019 se vendieron 300 vehículos, una cifra que supera las ventas del mismo modelo a combustión. Los autos híbridos son los que tienen un motor a combustión y uno eléctrico que se alimenta con la energía del frenado del vehículo y también con el mismo motor a combustión que carga la batería. Según las condiciones de manejo, el vehículo alterna los motores.

Asimismo, los autos enchufables tienen varias restricciones que se vinculan con la autonomía de las baterías, de hecho la capacidad de las baterías hoy ronda los 200 km. Y otra limitación tiene que ver con el tiempo de carga de esas baterías, ya que para cargar fósiles o hidrógeno lleva dos o tres minutos, pero para cargar una batería la mayoría demanda unas seis horas.

Por otro lado, para que tengan un verdadero impacto, estas tecnologías deberían ser accesibles a la mayor cantidad de personas. En ese sentido, Prado indicó que la firma trabaja en el proceso de reducción de costos de la producción de estos vehículos.

Hoy los híbridos por ejemplo son más caros de producir que un convencional, primero que nada porque tienen dos motores”, apuntó y dijo que para eso buscan “estimular la demanda negociando con las distintas autoridades en los distintos países y jurisdicciones incentivos para la utilización de estos vehículos”.

En la Ciudad de Buenos Aires, por su parte, los vehículos híbridos no pagan patentes. Para Prado, con respecto al costo fiscal, considera que es bajo por el beneficio que se genera. “Implica un ahorro importante desde el punto de vista de la remediación que la Ciudad no deberá hacer después gracias a las emisiones que se pueden evitar”, consideró.

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